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La CGT abraza la unidad como eje de acción y sella su futuro electoral

En el Comité Central Confederal, la CGT consolidó la unidad como estrategia clave ante un gobierno que cierra el diálogo, delineando un camino de confrontación hacia la renovación de autoridades del 5 de noviembre.

En un clima de discursos contundentes pero sin debates abiertos, el Comité Central Confederal de la CGT, reunido este jueves en el Salón Felipe Vallese, ratificó la elección de autoridades para el 5 de noviembre en Obras Sanitarias, consolidando la unidad como pilar estratégico frente a un gobierno percibido como inflexible y ajustador.

El encuentro congregó a cientos de dirigentes de todos los sectores –»gordos» e independientes, moyanismo, barrionuevismo y alineados al kirchnerismo– y sirvió como paso legal previo a las elecciones. Hubo presencias fuertes. El Confederal estuvo encabezado por los secretarios generales Héctor Daer y Octavio Arguello (Carlos Acuña estuvo ausente).

CGT: «Nos comprometimos a trabajar en unidad»

Se registraron encendidos discursos, sin cruces de consideración. Aunque surgieron matices sobre la estructura de conducción –unicato o triunvirato–, fuentes de Mundo Gremial confirmaron que se mantendrá el formato de triunvirato acordado en la última reunión de UPCN. Daer expresó a Mundo Gremial: «Nos comprometimos a trabajar en unidad, será un unicato o triunvirato, lo iremos viendo durante el proceso. Quedamos con la responsabilidad de hablar con todos y todas para llegar al 5 de noviembre con una conducción unificada y que nos permita transitar el futuro».

En la reunión estuvieron presentes, Andrés Rodríguez (UPCN), Cristian Jerónimo (SEIVARA), Armando Cavalieri (Comercio), Gerardo Martínez (UOCRA), Sergio Romero (UDA), Maia Volcovinsky (UPCN), Vanesa Núñez (UTEDYC),  Jorge Sola (Seguros), Hugo Benítez (AOT), Argentino Geneiro (UTHGRA), Omar y Sebastián Maturano (La Fraternidad), Hernán Doval (Municipales), Mario Calegari (UTA), Sergio Palazzo (Bancarios), Abel Furlán (UOM), Marina Jaureguiberry (SADOP) y Mario Lavia (Petroleros), entre centenares de dirigentes gremiales cegetistas.

La unidad se alzó como herramienta esencial ante un panorama de pérdida de derechos. «Sin organización sindical no hay derechos: ni colectivos, ni políticos, ni individuales», fue el consenso, con el objetivo de «construir poder político con unidad y conciencia por el futuro de Argentina».

Daer apuntó a un horizonte político: «Hay que eliminar la dicotomía confrontativa / dialoguista, porque este gobierno no dialoga. Hay que tener claras las estrategias para llevar adelante los objetivos que tiene que proponerse la conducción, que son esencialmente cuidar y fortalecer las organizaciones sindicales y a partir de ese fortalecimiento, tener triunfos electorales que permitan que el peronismo vuelva al poder. No solo el triunfo del 26 de octubre próximo sino en el 2027».

Sin diálogo, habrá confrontación

La confrontación se consolidó como eje común, reflejo de un Ejecutivo que, según los líderes, clausura el diálogo. Abel Furlán, de UOM, abogó por un unicato –»Sostengo que tiene que ser un solo compañero el que conduzca los destinos de la CGT. Pero eso se resolverá el 5 de noviembre»–, pero coincidió en la necesidad de endurecer posturas: «No tengo dudas que viene una etapa de confrontación, no hay posibilidad de dialogar con alguien que no te quiere escuchar, y mucho menos con alguien que quiere someterte a una situación permanente de pérdida de derechos de los trabajadores». Sergio Palazzo, de Bancarios, reforzó: «Está claro que si el presidente de la Nación, como hizo en la cadena nacional, ratificó el rumbo y dijo que el programa económico estaba escrito sobre piedras, no hay mucho margen para el diálogo. Si este programa económico nos trajo a este desastre, tiene que haber una actitud más confrontativa con el gobierno».

Omar Plaini, de Canillitas, destacó el rol de la CGT en la resistencia: «Con el Gobierno nosotros prácticamente no tenemos diálogo, todos lo saben, y hemos confrontado desde el primer día. Hemos hecho medidas de todo tipo, hemos sido el único sector que paró el DNU 70 en el capítulo laboral, el capítulo 4″. Leo Fernández, de SOEME, alertó: «Tenemos que estar más unidos y más fuerte que nunca para que eso no suceda porque vienen por nuestros derechos. Vienen por los sindicatos, vienen por los trabajadores, vienen por todo y no los vamos a dejar».

Unidad como escudo

Mario Lavia, de Petroleros, subrayó la unidad como respuesta al ajuste: «La unidad es lo más importante en este momento que atravesamos los trabajadores y venimos a apoyar y respaldar esa posición». José «Vasco» Minaberrigaray, de SETIA, resaltó la versatilidad de la central: «Tenemos que seguir trabajando en la unidad del movimiento obrero. Este es un momento bisagra, lo importante es seguir trabajando en busca de la unidad. La CGT ha sabido a lo largo de todos estos años implementar cada una de las herramientas en el momento correcto».

Jorge Sola, de Seguros, aportó una visión de futuro a través de su perfil en la red social X: «Hacia un congreso con miradas de futuro y las raíces de la historia que nos construye». Daer proyectó el período 2025-2029 como clave: «Fortalecemos la unidad para definir nuestra nueva conducción 2025-2029».

El Comité selló el cronograma electoral y un mapa de acción donde la unidad es el escudo ante una confrontación inevitable. Las disidencias sobre la forma de liderazgo no opacan el objetivo común: fortalecer el movimiento obrero para disputar el poder político y revertir el «desastre» económico. El 5 de noviembre será el termómetro de esta cohesión, en un contexto donde la CGT reafirma su capacidad histórica para alternar lucha y diálogo según las circunstancias.

FUENTE. MUNDO GREMIAL

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