LA CARA DE LA SOBERBIA.

Por Carlos Galli.
El director técnico del Club Atlético River Plate, es sin lugar a dudas, la cara de la soberbia.
Cuando comenzó la pandemia en nuestro país, y había unos pocos contagios, el DT, pidió no jugar contra Atlético Tucumán. Y ganó su pedido. No se presentó y no perdió los puntos.
Cuando la CONMEBOL, dueña del futbol en América Latina, estableció un reglamento, donde los equipos participantes en Copas Sudamericanas, podía inscribir hasta cincuenta jugadores. Marcelo Gallardo y su enorme soberbia, solamente anotó a treinta y dos.
El sábado se infectaron más de veinte «soldados», al apodado por el periodismo deportivo como Napoleón.
Su soberbia, expresó en una de las tantas conferencias de prensa, que él solo trabaja con treinta jugadores.
River está buscando los grises y las grietas del reglamento de la CONMEBOL
Ya lo ayudo tantas veces, que posiblemente esta sea una vez más.
La pena que tiene Gallardo, es que el VIRUS no tiene VAR.
La estrategia de Napoleón le salió mal.
Marcelo Gallardo, ¿a usted parece que le llego su Waterloo?
Las reglas están para cumplirlas «míster» Gallardo.
Pecó de soberbio. Pecó en una absurda vanagloria.
Otra vez River pidiendo la escupidera.
Racing inscribió 50 jugadores, Vélez Sarsfield 43, San Lorenzo 42, Defensa y Justicia 40, etc.
El soberbio técnico de los «Millonarios» solo quiso anotar 32, porque según el, le sobra paño.
Marcelo Gallardo, usted no es el único responsable, también lo son los dirigentes, que pareciera que le dieron las llaves del club. Están tan acostumbrados que la CONMEBOL, siempre les da una o las dos manos, pensaron que ahora no iba a ser la excepción.
Se le complicó en el súper clásico y aunque hizo un partido aceptable, quedó afuera del campeonato.
La prioridad número uno es la salud de los jugadores, porque son seres humanos y desde luego, que no importa que camiseta tengan puesta.
Gallardo usted se acostumbró a que la enorme mayoría de los periodistas especializados en fútbol, lo hayan puesto en lo más alto de la pirámide. En el podio de uno de los mejores técnicos del mundo.
Pare que usted inventó el deporte colectivo más apasionante del mundo. Lo malo de todo esto, es que usted se lo creyó.
Usted es un simple mortal, con una estúpida dosis de «suerte», pero que tiene fecha de vencimiento.
Se rompió la burbuja riverplatense y parece un escándalo. El tema River colmó los medios de comunicación y los hegemónicos se están encargando de ver cómo pueden ayudarlo. Y cuando esta nota sea publicada, quizás lo hayan logrado.
Si usted, señor Marcelo Gallardo, no fuera tan soberbio, tal vez, hoy no estaría con tantas complicaciones.
Me queda una sola cosa para decirle, haga como los filisteos, callaos y JODEOS.
Su enorme soberbia lo traicionó. Admita que se equivocó en ser tan altanero.
Y para el final dejo el significado de SOBERBIA:
“Sentimiento de superioridad frente a los demás, que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos”.




