JUAN CARLOS RULLI: “Lloré como si se me hubiera ido un ser querido”

Por Gabriel Russo –
Mediocampista solidario, batallador, incansable. Así registra la historia al ex futbolista de Racing Juan Carlos Rulli. En su diálogo con Comunas, esta gloria deportiva recuerda cómo llegó al club en el momento justo, 1965, cuando Juan José Pizzuti estaba moldeando lo que sería un plantel prácticamente imbatible y el primer equipo argentino en adueñarse del mundo futbolístico en 1967. Con emoción confiesa que es fuerte hincha de Racing y “cuando se fue al descenso, lloré como si se me hubiera ido un ser querido”. De paso, reclamó para la nueva camada de jugadores más actitud en los partidos.
Rulli confirmó que nació La Pampa el 11 de abril de 1937 y que se inició futbolísticamente en Estudiantes (La Plata) en 1958. Luego pasó a Boca Juniors y en 1965 arribó a Racing junto con Juan José “Yaya” Rodríguez.
Imagino que después de pasar por esos equipos, te quedaste en Racing, porque ahí saliste campeón el mundo…
No es una frase tirada al azar. Me voy a morir en Racing, mi padre era hincha y cuando se fue al descenso lloré como si se me hubiera ido un ser querido; no lo podía entender, además aún recibo el afecto permanentemente de la gente de Racing, tengo recuerdos imborrables de mis compañeros, y de los que físicamente no están. Éramos un grupo maravilloso y no hay que olvidarse de Pizzuti que armó un equipo fundamental-recordó, con una garra, que no se achicaba en ningún lugar-apuntó-Racing tuvo la fuerza anímica necesaria como para imponerse en un lugar tan difícil como era Centenario. Nos daban por muertos.
¿Vos estabas contento con la hinchada uruguaya?
Te confieso, tengo amigos uruguayos, Cacho Silveira, y otro que fue el intendente del estadio central que es hincha de Racing, mitad argentino y uruguayo,- anticipó-, pero me dolió muchísimo cuando fuimos a jugar contra los ingleses y estaban en contra nuestra. No entendía porque cuando venían los brasileros a jugar contra los uruguayos el público argentino se inclinaba contra los uruguayos, y ahí dije: no voy nunca más a Uruguay pero después de 30 años volvimos y la gente es muy cordial, uno a veces tiene que medirse. Públicamente no lo dije pero lo sentí, me dolió- recordó-. Aquel no fue un partido de fútbol, sino una batalla campal- graficó-.
¿Vos te retiraste en el año ’71 , a partir de ahí qué hiciste?
Me quedé muy triste porque estaba físicamente bien y podía seguir jugando, pero después de todo lo que había logrado, de estar tanto tiempo lejos de mi familia mis hijas, mi mujer, tuve la posibilidad de ir, pero desistí. Fui campeón acá, y es un orgullo ser de Racing-reafirmó- eso no te lo puede quitar nadie.
Entonces es una satisfacción que la gente nos muestre afecto permanentemente, a veces me impresiona después de pasar tantos año y que sigan recordando.
¿Vos sos odontólogo?
Sí, y cuando dejé de jugar comencé a ir al hospital y empecé con la profesión, pero sinceramente me costaba mucho, ejercí la profesión un tiempo, después tuve una empresa, y seguí con el fútbol inferiores de Racing, y estuve poco tiempo con la primera.
Era el año ’73…
Y sí, se habían ido muchos jugadores de Racing. También a mí me faltó experiencia-reconoce Rulli-, me habían hecho una oferta Estudiantes y yo como correspondía hablé con los dirigentes, y me dijeron que me quede tranquilo que yo iba a dirigir la primera, pero no tomé en cuenta que empezaron a vender jugadores, y se desmanteló el equipo, de los que pedí yo, no trajeron a ninguno. Después fui a hablar con Cubilla y le propuse venir a Racing, o sea intenté armar buen equipo pero ante la falta de experiencia, no tenía que haber agarrado el equipo.
Yo tenía a varios de Boca, pero indudablemente no logré tener condiciones adecuadas para conducir a un equipo -reiteró-.
De abuelo italiano, Rulli habló sobre el origen de la familia. El matrimonio de mis abuelos llegó a La Pampa en esa época, imaginate la novela, mi abuela decidió volverse a Italia no sé bien los motivos y el abuelo se quedaba, un día regresó la abuela con los bambinos. Mi padre era argentino. Por parte de mi madre son españoles de Zamora y Toledo.
Aparte del partido 1-0 a final con el Celtic. ¿ te acordás de otro del que saliste conforme?
Aunque te parezca extraño me quedó siempre el recuerdo del partido en la final de la Copa Libertadores, me llenó de satisfacción porque era un mito con los uruguayos y me fui re- contento. Otro partido fue cuando le ganamos a Boca 3 a 2 en la cancha de Racing, partidazo, Racing jugó muy bien.
Extraño mucho a los “muchachos”, al margen del fútbol eran extraordinarios y uno siempre tiene la nostalgia.
¿Te reúnes con alguno?
Casi permanentemente con El Bocha, y después con Parenti, etc. y con Basile no tengo el contacto porque desapareció de la escena. Nos queremos mucho y compartíamos, tengo recuerdos gratos de los muchachos, nos unió el fútbol; Racing fue un equipazo que jugaba y no se achicaba en nada, había mucha actitud, muchas cosa que hoy con todo respeto digo, no entiendo, no lo critico mucho. Con actitud se puede subsanar , no puede ser que un jugador no corra, no quiero mencionar nombres, pero a veces se nota que no ponen ganas, esfuerzo.
Se cuidan demasiado, parece…
Yo creo que ganan mucho dinero – digo con todo respeto y no me afecta-, pero cuando íbamos a la cancha, pensaba en el esfuerzo que había hecho la gente para ir, sacar la entrada, viajar, y había que devolverle en el campo mínimamente el esfuerzo. No quiero que me malinterpreten, no puede ser que uno se aburra de ver un juego. Resumo todo en la palabra actitud. Con eso podes disimilar muchas cosas. Creo que el esfuerzo en cualquier actividad y en el fútbol más que nada, no se negocia-concluyó Rulli- el jugador que dejó para la historia, la sensación de que nunca iba a parar de correr, de marcar y de trabar.