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Opinión

Inyección de pesos pesados.

Por Margarita Pécora  –

Un desfile de rostros conocidos, pesos pesados todos de la política y del peronismo, ocupó los espacios estelares en  todos los medios  de comunicación que ayer  se concentraron en la jura de los nuevos ministros  del  reestructurado gabinete nacional tras el cimbronazo de las PASO. Figuras todas con una trayectoria probada en diferentes  mandatos de la administración kirchnerista, con ‘maestría’ , simbólicamente hablando,  en  políticas de manejo  de los complejos problemas de  una Argentina  que suele comportarse como un potro indomable, ante cada medida o    ley  por consensuada o decretada que  ésta resulte;  o  nefastamente ‘desagradecida’ para otros,  cuando sorprende con un voto desfavorable  en las urnas a quienes supuestamente  lo dieron todo, para beneficiarlos  en un contexto tan  hostil  como el de pandemia.

En un Frente de Todos  al estilo del que nos gobierna, donde  conforme a  la democracia,  se amalgamaron  figuras  de espacios políticos que incluso  confrontaban al peronismo y más aún al kirchnerismo,  mover  de nuevo  las fichas del tablero político  para  decidir estos cambios de gabinete, supone  una difícil  evaluación de trayectorias,  capacidades de dirección, grado de  fidelidad y otros atributos. Alberto y Cristina  se mostraron juntos desde la primera hora de la conformación del FdT;   hoy  se les ve confrontados  con una sarta de falencias mediante que han sido expuestas a la opinión publica, así como las  previas advertencias que dio CFK.

Pero más allá de las desavenencias por la gestión,  cabe reconocer que lo que está ocurriendo hoy,  es el precio que se está pagando por la decisión de hacer  elecciones de medio término, un mecanismo que no  concita el mayor interés  para el electorado, sino para las fuerzas políticas, por  tanto en un gobierno  que se supone gestione para las mayorías, debería tenerse en cuenta si es  conveniente o no,   seguir realizando  este tipo de procedimientos  con el fin de darle mayor legitimidad democrática a sus precandidatos.

Las PASO  ha significado confrontar la democratización versus la funcionalidad del partido en el gobierno y en Congreso, y esto se vio claramente en las internas del FdT,  donde la cohesión se debilitó en algunos casos   el prestigio del Partido  estuvo en boca de todos ante el electorado,  por las pugnas intestinas  que solo  sirvieron para alegrar a la oposición.

Pero ya  lo hecho, hecho está.  Las urnas hablaron y el  FdT reaccionó con lo que ya vimos, nuevos rostros – por suerte pesos pesados de la política, que se espera no sean circunstanciales en la gestión del  gobierno,  sino una  inyección potente y duradera  a las carteras ministeriales que impactan poderosamente en el funcionamiento del país.

¿Cómo se espera reaccione la oposición después de esta movida en el tablero ministerial? Es  muy previsible,  diría que de Manual:  Las columnas  editoriales  confrontativas, especularán como lo vienen haciendo, con que  se le acabó el tiempo  a los Fernández, con que ya se viene   un ‘final precipitado del gobierno del FdT,  y  ningunearán   o  descalificarán  cada paquete de medidas  -como las que ya se anuncian en el plano económico-para  responder a los reclamos  que salieron de las urnas. Continuarán socavando el mensaje de unidad  y rectificación de tendencias negativas del gobierno, poniendo la inflación  como telón de  fondo,  fogonearán  con el poder a adquisitivo  absorbido por los altos precios, e  instalarán déficit vs gasto social o flexibilidad vs desempleo, entre otras.

No perdamos de vista que la  batalla política se da en los Medios, donde  está concentrado en primera línea  con artillería de grueso calibre, el escuadrón de medios y periodistas al servicio de la  ultraderecha opositora,  que tiene todos los recursos- incluso pautas millonarias-,  para seguir batiendo el blanco. Lástima que no ha habido coraje como el que tuvo Macri  para derogar la Ley de Medios sin que le tiemble las manos. ¡Una pena que no se haya podido revertir  esa estratégica ley que  ayudaría a equilibrar la balanza de los Medios, hoy inclinada hacia la derecha más reaccionaria, neoliberal que recuerde la historia de este país!.

 

 

 

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