Intervención de EEUU en el dólar: un alivio de corto plazo, bajo dudas y riesgos.

Analistas coincidieron en que la decisión del gobierno norteamericano mantendrá la calma cambiaria hasta las elecciones, pero aún no hay consenso sobre el esquema cambiario luego de los comicios a fin de mes.
La intervención del Tesoro norteamericano este jueves, un nuevo paso en el auxilio de Estados Unidos al gobierno de Javier Milei, le permitirá al equipo económico sortear las presiones cambiarias del dólar hasta los comicios del 26 de octubre, según diferentes economistas.
Por su parte, Econviews destacó que «el swap reforzaría las reservas contables, otorgando un ‘colchón’ adicional de dólares para enfrentar una eventual corrida«. Además, remarcaron que «podría haber fondos adicionales para la intervención directa en el mercado cambiario (que ya se usaron este jueves), sumado a la posibilidad de que el Tesoro compre bonos argentinos. Un combo muy positivo para la Argentina».
¿Vamos las bandas?
En otro momento de su análisis, Secco remarcó los dichos de Bessent sobre que la banda de flotación “sigue siendo adecuada para cumplir con su propósito”. En su opinión, esa definición del funcionario trumpista «descarta, al menos en el cortísimo plazo, cambios de régimen (no dolarización) y blinda la defensa del esquema vigente«.
Por su parte, los analistas de Econviews también se hicieron eco de los dichos del secretario del Tesoro, pero le dieron una interpretación diferente: «Algo que llamó la atención es que Bessent avaló las bandas cambiarias, aunque deja abierta la posibilidad de que el techo pueda ser diferente«.
Mientras, la consultora LCG argumentaron que «dado que habrá una auditoría más cercana por parte del gobierno y del FMI (auditoría que será tanto económica como política, supervisando la «coalition building» del gobierno local), todavía sigue siendo probable que luego de las elecciones sobrevenga el fin de las bandas cambiarias».
El objetivo, explicaron, sería «ir a un esquema más flexible y acorde al equilibrio externo y la acumulación de reservas, algo que viene pidiendo el FMI desde el acuerdo firmado en abril».
Las dudas hacia delante para el dólar
Secco opinó que, de todas maneras, el escenario que se le abre al gobierno a partir de ahora no está exento de riesgos, ya que «no garantiza reversión del clima político» debido a que, entre otros motivos, «no le asegura una recuperación de la intención de voto» sino que «evita mayor deterioro de las chances electorales del oficialismo».
En plano económico, el analista mencionó que la posibilidad de que el «éxito inicial lleve a persistir en la defensa de un tipo de cambio desalineado», en una situación similar a como ocurrió a principios de año con el FMI. «Se quema munición escasa y deja el ajuste para después», sintetizó.
Por su parte, desde Econviews destacaron que «lo que falta ahora es la letra chica, que va a mostrar lo que Argentina tendrá que hacer a cambio». Y mencionaron que «una incógnita es cual puede ser el papel del FMI, si es que tiene alguno». Además, mencionaron que «el verdadero test sigue siendo cómo fortalecer las cuentas externas».
Y agregaron: «El apoyo de Estados Unidos puede darle aire y tiempo, pero no resuelve los desequilibrios de fondo. Este nuevo salvataje ofrece otra oportunidad para recalibrar el programa, repensar el esquema cambiario y cómo acumular reservas. Si se aprovecha bien, puede marcar un punto de inflexión; si se desperdicia, probablemente sea el último salvavidas«.
Fuente. AMBITO F.