
El candidato amarillo es… no sé. El candidato oficialista es o será… no, no sé. O mejor dicho estoy convencido como será el resultado de las próximas elecciones y tengo malas noticias, el ganador claramente es la mediocridad.
Es un hecho que ni Macri ni Cristina serán presidentes. También es un hecho que la Argentina endeudada hacia afuera y hacia adentro es inviable. La derecha tiene todas las posibilidades de volver a Balcarce 54. Larreta o Bullrich, el pelado o la entregadora, el piletero o la monto. Usted elige. Supongamos que Larreta triunfe. El gobierno estará enamorado de la oligarquía, el campo y el poder real. La clase media pagará más impuestos y la clase baja se reducirá. Que se entienda, si la clase baja se reduce no es por el ascenso social sino por la muerte. Menos recursos para salud y alimentación. Habrá más planes y menos plata. ¿Soy adivino?, bajo ningún punto de vista, es lo que hace e hizo siempre la derecha ¿O me equivoco?
Si gana la Pato, en términos generales será igual, pero con mayor violencia. Su corazón monto sigue intacto al igual que sus pecados etílicos.
Desde el Frente se pelean para integrar fórmulas, cobrar unos pesos y perder. Cristina no será candidata, quizás en un rapto de inteligencia le otorguen la candidatura a gobernadora y sume algo de poder. Axel no quiere ser el elegido y procura seguir en La Plata, pero con otra fecha de elecciones. O sea, el Axel nos esta dando el resultado, quiere desprenderse de la general y no quiere ser candidato a presidente porque los números no dan.
Mientras cursa el año 2023 los medios se alimentan de mentiras. Este o el otro será o no diputado, intendente o presidente. Reuniones donde nadie se escucha, se degluten harinas y terminan subiéndose a una cuatro por cuatro con el siguiente comentario: “Esto no da para más, es un país inviable y así no se puede trabajar”. Frases hechas que justifican la existencia de aquellos que nos ven a un paso del abismo y nos gritan, “Corran, corran”.
Entonces quedan dos mensajes para que usted escuche. El primero, el mentiroso, ese que le haga creer que el próximo presidente nos llevará a la gloria, y el segundo ese que contenga verdad o al menos cierta dosis de realidad. El mentiroso, ese mensaje, me lo ahorro, se lo dejo a Milei a Larreta, y el otro le digo que mientras el país no realice un giro geopolítico las cosas no cambiarán. Existe la posibilidad de una derrota del imperio vía guerra y serán buenas noticias, existe la idea de salir del eje yanqui y también serán buenas noticias, pero si todo sigue igual no espere resultados distintos. ¿No le parece?