
Un empleado público, en épocas de Alberto presidente, comentaba que no se podía vivir con alta inflación. Lo mismo repetía el dueño de una pyme y un mozo amigo con 20 años de trabajo en el bar del barrio. Todo era queja, se trabajaba, pero la plata no alcanzaba. Estos tres humanos hoy están desempleados. Uno divorciado, el otro viudo y el tercero camino al extranjero. Lamentablemente estos casos se repiten con una inflación baja y un gobierno que hace lo que tiene que hacer, así opina el oficialismo y los economistas y periodistas ensobrados.
La leyenda cuenta que los días peronistas fueron los más felices. Documentemos la historia. En 1945 la inflación llegó al 19.9 por ciento, en 1948 el índice llegó al 13. 1 y en 1954 apenas 3.1 pero con este porcentaje la oposición lo utilizó para desgastar al gobierno y dejar en los militares la mano ejecutora del golpe del 55.
Alguien dirá que era otra época, otro siglo, pero lo cierto que la inflación fue alta con derechos laborales y una población alegre y una triste oligarquía. El año de menor inflación en el gobierno de Perón también fue el previo al golpe. La revolución fusiladora promedió la inflación en 12 por ciento con desempleo y fusilamientos. Otro tiempo.
Avancemos en el siglo y nos encontramos con el proceso de reorganización nacional que promedió 444 por ciento de inflación con desempleo, guerra perdida, desaparecidos e inseguridad, pero con gente seria y antiperonista. Otra época.
De Alfonsín ni hablar. Menem llegó a tener deflación del 0.6 en agosto de 1995 pero dejó al país con desempleo, recesión y entrega. Otra época.
La Alianza siguió con los mismos protagonistas de hoy. Corralito, inflación, muertos, desazón. Bullrich, Stuzzeneger, Caputo y siguen las firmas. Usted seguirá diciendo otra época. Menos cibernética, salarios y jubilaciones bajas con una montonera que ajustaba jubilados, pero gente muy seria.
Los años felices volvieron, inflación baja y el 2015 se despidió el gobierno k con 25 por ciento anual y un dólar de un dígito. Gente alegre, oligarquía triste, dirigentes peleados, sin deuda, pero con cadena nacional insoportable.
Por suerte volvió la gente seria, volvió la deuda, volvió el ajuste, el desempleo y la inflación baja. Ya no dice otra época, dice no hay futuro. Solo presente con una factoría, denominada por ahora Argentina, con riquezas entregadas al sionismo, deuda impagable, ajuste mensual, jubilados reprimidos, desempleo, pero baja inflación y calendarios nuevos.
Todo esto para decirles, que entienda alguna vez que el liberalismo, la baja inflación, el ajuste y el desempleo son conceptos que solo sirven a la oligarquía y que operan en contra del pueblo. Ahora vaya y vote por sus verdugos. ¿No le parece?