ÍDOLOS DE BARRO
Por Carlos Galli.
Hoy la nota de opinión, será dedicada a los ídolos de barro que tiene el Club Atlético Boca Juniors.
Lo hago con un profundo dolor y con el corazón roto, porque soy extremadamente bostero.
Voy a la bombonera desde que tenía diez años. Tengo setenta. Sesenta años dónde tuve muchas alegrías y satisfacciones, como también tristezas y decepciones.
Vi enormes jugadores, y brillantes dirigentes. También «troncos» y dirigencias que no estaban a la altura, de estar al frente de una de las instituciones más grandes del mundo, y no es exagerada mi opinión.
Viví la época dorada de Don Alberto J. Armando, para mí el mejor Presidente. También disfruté como técnico al querido y recordado Toto Lorenzo.
Vi jugar a Ángel Clemente Rojas “Rojitas” la cintura de oro. Un crack. El mejor que había visto, hasta que apareció un tal Juan Román Riquelme. Lejos, el mejor que vi en seis décadas. Un exquisito. Un verdadero fenómeno del deporte colectivo más apasionante del mundo.
Ganó todo. Campeonatos locales, Libertadores de América, y se dio el gustazo de salir campeón del mundo.
Como jugador, tuvo enormes enfrentamientos con el Ingeniero Macri y con el dueño del escolazo, y me refiero a Daniel Angelici (macrismo de pura cepa).
Desde hace un tiempo, la política nacional entró por una enorme ventana, dado que nadie le abrió las puertas, y pudrió la Institución.
Ameal, aunque está pintado al óleo, es del palo albertista, aunque por las dudas, también comulga con el kirchnerismo.
Juan Román Riquelme está cerca del massimo.
Y el macrismo y el angelicismo desde afuera, dañan todo lo que roce a la Institución de la Ribera.
Al ingeniero, Boca Juniors lo hizo Jefe de Gobierno y también Presidente de la Nación.
Durante su presidencia, Boca ganó mucho, y el Ingeniero… también.
La actual dirigencia tiene las finanzas controladas. No hipotecan al club por compras extravagantes.
Pero cometen un enorme error. Se creen los dueños de la verdad absoluta y revelada. El consejo de fútbol, a excepción de Román, que es mayor ídolo de la inmensa historia bostera, son todos ex jugadores, pero que no son más que ídolos de barro. Me refiero a un patrón de estancia, como Bermúdez, Cassini, y Delgado, que ni siquiera son hinchas de Boca.
El macrismo tiene programas deportivos con cierto tufillo a campaña política contra la Institución y su dirigencia.
¿Se pueden equivocar? Si claro que pueden equivocarse.
¿Merecen la «carnicería» que se hace contra los dirigentes, en especial con Román? No, no lo merecen, pero la política inmunda casi todo lo puede. Pero no todo.
Horas, días, y semanas, se «rasgan» las vestiduras destrozando al club, a su dirigencia, y a sus jugadores.
Los ídolos de barro, son sólo eso. Ídolos de barro.
Los políticos que quieren volver a Boca, no llegan siquiera a eso.
Lo que más me duele, y espero que no lo logren, es que con el poder político y económico puedan terminar con el ROMANce.
Hace muchos, años un ex jugador hoy devenido en periodista, Diego F. Latorre, expresó: «Boca es un cabaret».
En estos días, Boca se transformó en un quilombo, falta la luz roja en la entrada de Brandsen 805.
POSDATA:
En todo laburo hay un alcahuete, un mamadera, un felpudo, en el Club Atlético BOCA JUNIORS se llama MARIANO HERRON.
