HAY QUE PASAR LA PRIMAVERA

Por Carlos Galli.
El Ingeniero Álvaro Alsogaray, un exponente de la derecha recalcitrante, amigo de los mercados de los EE.UU., del imperio británico, decía hace décadas pasadas «hay que pasar el invierno». Un acérrimo antiperonista que se codeaba con la oligarquía nativa de la que formaba parte y con el olor a bosta de la Sociedad Rural. Creó la prehistórica UCD, y bancó a rajatabla al Menemismo.
Hoy, en una incipiente democracia y en Estado de Derecho, puedo esgrimir que hay que pasar la primavera. O nos esperan tiempos turbulentos, con tempestades y nubarrones, que presagian tiempos tormentosos.
Luego de la derrota electoral del domingo 12 de septiembre, de los cambios en el gabinete, tanto nacional, como de la Provincia de Buenos Aires, pregunto, ¿Alcanzará con pasar la primavera?
La fórmula presidencial está desgastada. La Cámpora acecha todos frentes, incluso intentó copar la CGT, algo que no podrá nunca. También la tiene complicada con algunos Intendentes. El PJ bonaerense parecería que no va a permitir que asuma la presidencia del Justicialismo. Los propios por ahora lo siguen apoyando.
Nuestro país es un granito de arena en el desierto. Es una gota de agua en el océano.
Somos una cabeza de alfiler en el planeta, lo que significa que no somos nada.
La coalición gobernante es un monstruo de dos cabezas. El presidente no gobierna, y la vice divide su reinado. Tal vez, con la premisa que dice divide y reinaras. Claro que esto lo dijo Julio César.
También «todo debe cambiar, para que nadie cambie» «Lampedusa» de la novela EL GATO PARDO.
Tal vez la primavera no alcance. Quizás tampoco el verano. Y pasarán todas las estaciones, y sigamos esperando poder tener una vida digna y que merezca ser vivida.
El pueblo puede perder la paciencia y hará sonar su escarmiento, o seguiremos siendo corderos rumbo al matadero.
Para el 2023 falta mucho. Y nunca habrá una revolución social. Para que ocurra eso, debería renacer un PERONISMO REVOLUCIONARIO. Y esto no va a suceder.
Sigamos esperando, total el pueblo se sigue muriendo de hambre.




