La noticia de la muerte de Stephen Hawking motivó diferentes cronologías en los medios de comunicación. Todos resaltaron su trabajo como físico, algunos se quedaron con sus frases más importantes y otros como el caso de TN desinformaron respondiendo a su línea editorial.
TN dijo que el cosmólogo fue el creador de la teoría del Big Bang, y no es así. La teoría de la creación del universo es del inglés Edwin Hubble en 1929. El científico dijo que hace 14 mil millones de años el universo estaba en un estado de muy alta densidad y explotó y se expandió. Vino un proceso de enfriamiento y se generó el planeta que habitamos.
Otro inglés, Fred Hoyle descalificó la teoría y en sorna dijo “eso fue un big bang, una gran explosión, no lo creo”. Hoy le acuñó la frase.
En 1979 aparece Hawking, interpreta e incluye la teoría de la relatividad en la del big bang, la profundiza y habla de los agujeros negros y el traslado en el tiempo.
Este fue el aporte de recientemente fallecido, es como creer que la internet es obra de Bill Gates y sabemos que el yanqui habló del sistema Windows ya con la internet inventada.
Pero desde este espacio no es intención hablar de la relación del cosmólogo británico con la ciencia sino traer sus declaraciones técnicas al campo de la política.
El 7 de noviembre del año pasado el inglés declaró, a un diario de su misma nacionalidad: “la humanidad destruirá a la Tierra y convertirá a nuestro planeta en una bola de fuego en los próximos 600 años”. Además el físico agregó que el aumento de la población y las crecientes demandas de energía llevarán a la catástrofe. Así la humanidad, con el auspicio de los grandes grupos financieros, debería comenzar a buscar a las estrellas para evitar este destino, con nuestro vecino más cercano Alpha Centauri, el mejor candidato para escapar.
Además contó en ese reportaje que la “nave más rápida en la actualidad tardaría 30 mil años en llegar a Alpha Centauri, pero hay un proyecto denominado Breakthrough Starshot que contempla el envió de una sonda a Alpha en 20 años, viajando a una fracción de la velocidad de la luz llegando a Marte en una hora, a Plutón en escasos días y a Alpha Centauri en 20 años”.
Ahora bien, el físico inglés habla de lo negativo del aumento demográfico y la excesiva energía que el humano demanda. En “Relatos del pensamiento nacional”, página 161, se detalla la reunión del grupo Bilderberg en junio del 2015 en Austria. A esa reunión asistieron entre otros: Henry Kissinger, ministros de la Europa Mediterránea, la princesa Beatriz de Holanda, integrantes de la OTAN y la crema y nata del empresariado mundial con Gianfelice Roca de Techint.
En esa reunión se habló de la economía mundial pero la frase que sintetizó el encuentro fue “tenemos que reducir la población mundial”.
Si observamos las economías occidentales vemos ajuste continuo, y en Oriente el olor a pólvora no cesa. El nuevo orden mundial exige menos gente en el planeta, mas ajuste y menos desarrollo de la energía. El británico recientemente fallecido acuerda con los preceptos de Bilderberg todos tienen su origen en el pastor inglés Malthus.
El clérigo anglicano Thomas Malthus escribió, en 1798, que la progresión de la población en forma geométrica y exponencial y la de los recursos y alimentos en forma aritmética causaría una situación de pauperización y economía de subsistencia que desembocaría en la extinción de la especie humana.
Entonces, si Malthus, Hawking y las corporaciones no se equivocan en su razonamiento la gente debe saber que para que el planeta dure más, el ajuste, la pobreza y la dependencia serán conceptos que no podrá resolver hasta el final de sus días. La esperanza es una palabra que desconoció Maltus, la ignoró Hawking y la despreció Rockefeller. A pesar de todo, son humanos, falibles y su fama y poder no los hacen perfectos, todavía hay una oportunidad para el ser humano que no dependa de sus miserias.




