¿HASTA CUANDO VAN A MENTIR?

Por Carlos Galli.

Qué difícil es opinar, cuando quienes nos gobiernan, y a quien dimos el apoyo en las urnas, nos mienten en forma descarada y sin sonrojarse.

Nos mintió el ex ministro de salud, quien hace un año, expreso que el covid-19, no llegaba a la Republica Argentina, porque estaba a doce mil kilómetros y que su preocupación era el dengue.

Más cerca a nuestros días, el Presidente de la Nación, dijo que en febrero 2021, habría quince millones de vacunados en nuestro país. Mintió una vez más. ¿Es necesario hacerlo?

¿Se gana algo mintiendo? Algunos creen que ganan tiempo. Pero todo llega y se cumple la mentira.

Los adultos mayores, nuestros amados abuelos y abuelas estamos esperando ilusionados que nos inoculen contra el letal coronavirus.

El Estado y el Gobierno, son tan mediocres, que nos mienten aun, en la publicidad que realizan en los medios de comunicación, invierten (en realidad, gastan) fortunas, donde nos dicen que nos anotemos para vacunarnos. No entiendo para que, si ya no hay vacunas, y las que llegan, son casi efímeras.

Además de angustiarnos por esta realidad, aparece un infectólogo, asegurando que, entre mayo y julio, morirán diez mil personas por mes.

Tal vez las vacunas aparezcan antes de las elecciones de medio término. Y mientras tanto, más angustia más depresión, más tristeza, y más lágrimas.

Los que estamos pisando los setenta, estamos acostumbrados que los diferentes gobiernos, sean estos democráticos o de facto, nos engañen y nos mientan SIEMPRE.

«Ignoraron» un vacunatorio vip, o nos mintieron diciendo que no sabían lo que ocurría en el despacho vecino. Una mentira más.

Nos aseguraron que la inflación seria del treinta y nueve por ciento anual. Otra falacia.

Nos dijeron que las jubilaciones estarían por encima de la canasta familiar. Otra vez nos mintieron.

No toda la culpa es del Presidente, sus ministros y colaboradores, tienen la mentira a flor de sus bocas.

Hay un dicho popular que es muy claro y dice: «la mentira tiene patas cortas». En esta oportunidad, más cortas que nunca.

El pueblo, los hombres y mujeres, que no tenemos privilegios, ni somos amigos del poder, nos hacemos una pregunta. ¿Cuándo nos van a vacunar para tener una mejor calidad de vida?, más digna y que merezca ser vivida.

Los políticos de todo el abanico y de todos los colores, ¿se detuvieron a pensar que son meros y simples mortales con una estúpida cuota de poder, que felizmente, tiene fecha de vencimiento?. No son eternos.

Son tan soberbios y vanidosos, que se creen imprescindibles, a todos ustedes que viven de la política y no para la política, que de imprescindibles están llenos los cementerios.

En nuestra infancia, nuestros padres y mayores, nos decían que si mentíamos, nos saldría una joroba y la nariz se agrandaría. Si fuera cierto, los políticos serian jorobados y con una enorme y larga nariz.

Siempre es preferible decir la verdad, por dura que esta fuera, que una mentira piadosa, aunque en estos casos, ni siquiera tiene piedad. Sencillamente mienten, prometen y no cumplen. En campaña nos llenan de ilusiones y esperanzas, y estas duran, lo mismo que una hoja en la tormenta, es decir, un ápice, que significa menos que la nada misma.

Les pido, no les ruego, porque ruego solo a DIOS, no nos mientan más.

¿No le resulta mas fácil decir la verdad, por más terrible que sea, que mentir descaradamente, pensando que el pueblo les va a creer?

La mentira es una debilidad de la raza humana. Hay mitómanos profesionales, que hacen de la mentira, un culto.

JESUCRISTO dijo: “la verdad os hará libre»

Mediten en eso, dejen de mentir, y serán libres de la ira de DIOS, y ÉL que es misericordioso perdonará todas sus mentiras y los anotara en el Libro de la Vida.