
Hacia marzo del 2020 la pandemia copaba el planeta, la Argentina incluida. Dentro del país existen cárceles y villas, o sea gente hacinada. En una palabra, Rodriguez Larreta estaba informado al igual que Kicillof que había virus y gente que vivía una pegada a la otra.
Mientras el virus fue controlado por las medidas adoptadas desde presidencia, la famosa curva se aplanó y los enfermos y fallecidos no hicieron colapsar el sistema de salud pública.
Conferencia tras conferencia el presidente felicitaba a los gobernadores, a todos por igual. Siempre el AMBA y sus autoridades al frente con Fernández delante de cámara.
Uno nunca entendió porque no debían ocupar ese lugar los gobernadores de Catamarca y Formosa que al día de hoy no tienen enfermos y la sociedad está en cuarentena. Pero ni bien el ejecutivo otorgó vía libre a los jefes de provincias, el bueno de Larreta flexibilizó y mucho la cuarentena.
Usted dirá, otros países lo han hecho, la respuesta es sí pero lo hicieron una vez que el pico de contagios pasó y no antes. Este insensato lo hizo al revés. Hoy por hoy CABA tiene casi el doble de enfermos que la provincia de Buenos Aires y el resto del país salvo tres o cuatro provincias ya no tienen contagios.
Pero esta mala gestión, confirmada en off por sus funcionarios, tiene el acompañamiento del legislativo porteño y los medios de comunicación. Los diputados deben tener mucho trabajo o algunos intereses creados, porque nadie se animó a pedir el juicio político a este mal gestor. Razones no faltan. Tres denuncias por irregularidades en la compra de barbijos, donde este elemento lo cotizaron en 3000 pesos, otros a 1000 y otros llegaron vencidos. En uno de ellos tiene el aval del cónsul de Singapur, si de Nicolás Caputo. En esta denuncia intervino Juan Manuel Valdez el diputado, hijo de Eduardo Valdez.
Por si esto resulta poco, la falta de agua en la villa 31 es una buena razón y una denuncia como para prestar atención. Sobre este tema la sociedad villera puso su voz en boca de Ramona Medina, madre de dos hijas, una discapacitada, que habitaba un hogar junto a 5 personas. Ramona de 42 años acaba de fallecer y no pudo ver en vida el retorno del agua.
Cuando falta el agua o la luz en Barrio Norte, la demora es de horas, cuando sucede en el sur de la Capital o en las villas el arreglo nunca llega. Larreta sufre una enfermedad incurable y esta es la diferencia y lucha de clases. Larreta es clasista ni siquiera trabaja para aquellos que lo han votado. Porque las villas porteñas votaron en su mayoría a este buen hombre.
Los medios, como siempre, blindando a la derecha. Jonathan Viale invitando a su programa todo humano que sea de color amarillo, solo le falta invitar a coreanos y japoneses tintoreros. C5n con sus investigadores reporteando a Santilli o al ministro de salud porteño. Entrevistas muy parecidas a las que haría Leuco o Majul. Y Clarín como siempre mintiendo en los títulos. El pasado lunes en tapa, Magneto nos decía que el testeo bonaerense había sido en cuatro de las mil villas. Villas son 1800 y son tantas y tan seguidas que el número cuatro no lo cree ni el más alcahuetes de los amarillitos.
Pero en Clarín, La Nación nada extraña, lo previsible para algunos y no tanto para otros es algunos hombres de prensa de cierto prestigio de C5n dejaran de hacer entrevistas para mandar centros a los dirigentes amarillos sin ponerse colorados.
La pregunta es ¿hasta cuando Larreta? Los casos van aumentar, los muertos también y nadie lo retará al menos. Es de esperar que Alberto no lo siga felicitando porque entre este bien llevar con el pro, el abrazo con Macri y la cantidad de empresarios y dirigentes amarillos corruptos libres nos otorga toda la sensación de un acuerdo con el líder del peor gobierno de la historia. Recordemos que el peronismo votó una formula y una forma de gobernar y no un acuerdo con la derecha perversa y corrupta de siempre.




