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GUSTAVO BELLIDO: “Como nos dijo Hebe: “la lucha no es solo un rato”

Por  Margarita  Pécora  B.-

A pocas horas de haberse conmemorado los 41 años de la Gesta en  Malvinas,  Comunas  dialogó con el combatiente Gustavo Bellido, quien  tiene de particular, que  cumplió 61 años mientras realizaba un  prolongado ayuno de protesta  frente al Palacio de Tribunales, junto al Padre Francisco “Paco” Olveira del Grupo de Curas en Opción por  los Pobres, exigiendo que se vaya la mafia judicial. Bellido compartió sus impresiones sobre  ésta y otras acciones que lo mantienen en pie de lucha como les recomendó Hebe de Bonafini.

¿Cómo te  involucraste en las acciones que viene realizando el Cura Paco,  tanto en la protesta que llevó hasta Lago Escondido, como en ésta  contra la Corte Suprema de Justicia?

Al Cura Paco lo conozco de Merlo, los dos somos  del mismo lugar. El está  al fondo con su barrio “Eva Perón”  con un trabajo maravilloso que hace, que  ha convertido el lugar  en algo mucho más que un barrio.  Es un laburo que  reivindica no solamente la Iglesia, sino a todas las tareas.

“Tenemos un Centro de Veteranos de  la Guerra de Malvinas con sede en Merlo Centro.  Somos bastante atípicos con respecto a la población de veteranos  de Malvinas.

¿A qué te refieres cuando dices atípico?

A que los  combatientes  en general tienen un discurso  tal vez muy detenido en lo que ocurrió en 1982 ; a nosotros, en cambio la guerra en Malvinas fue como un despertar que nos  abrió la posibilidad de otra mirada. Coincidimos plenamente y lo ponemos en la práctica, lo que decía Hebe de Bonafini, que ‘la lucha  no es solo un rato’, y por eso estamos en la lucha permanente. Por eso hemos llegado hasta Lago Escondido, a Rio Paraná, Canal Magdalena,  y a la  sede de la Corte  que es un oprobio.

¿En qué Regimiento te tocó combatir?

Fui como soldado conscripto-todavía estaba vigente hasta el 1994 la Ley de Servicio Militar Obligatorio,  como soldado  yo estaba de baja y fui reincorporado por eso a la guerra. En esa condición  fui parte del Escuadrón 10 de caballería blindada, que  era una sub unidad  independiente dentro del Regimiento  2 de Tablada, que fue todo el Regimiento a Malvinas. Así fue como llegué  a Malvinas.

Al regreso de ustedes se produjo el proceso de desmalvinización, donde cierta parte de la población mostró rechazo hacia ustedes, tal vez-presumo-, por el exitismo que vive el argentino a través del fútbol donde todo es competitivo y siempre hay que ganar, ganar y ganar y cuando se pierde una batalla como fue la de Malvinas, a los derrotados no los consideran cuando fueron realmente  héroes ¿cómo viviste ese proceso?

Lo viví como todos los veteranos.  El proceso comenzó a penas volvimos, nos trajeron  de noche, en camiones con la lona baja para que cualquiera  que estuviera pasando en ese momento-que eran pocos porque estábamos en dictadura, no nos vieran pasar, y nos llevaron a  unidades donde nos hicieron interrogatorios  e hicieron firmar que no  íbamos a hablar de los que habíamos visto en Malvinas, y nos engordaron por  10 ó 12 días  antes de largarnos a nuestras casas.

Con respecto a  la reacción de la gente del pueblo.  Nosotros somos de los barrios y en cada  lugar  nos recibieron de manera conmovedora.  Yo  desmiento lo que  la prensa se encargó de decir, de que  el pueblo no nos haya recibido. Sí lo hizo en cambio hubo un Estado que nos negó cuando todavía estaba el proceso militar, y después  los representantes del Estado elegidos por el pueblo, es verdad que nos ignoraron. Fuimos, por decirlo de  alguna manera, los primeros desaparecidos de la democracia.

“En esa coyuntura pasamos por la etapa de la queja, que fueron unos cuantos años, hasta que decidimos algunos tomar  ‘el toro por las astas’, estudiar,  y aprender  cómo se prepara un Proyecto de Ley, se presenta ante las Comisiones de ambas Cámaras legislativas y  cómo se pelea para que llegue  al recinto, cosa que fue una verdadera lucha lograrlo. De esa manera con lucha y militancia empezamos a lograr que se aprueben las primeras leyes  que hablaban de lo que entendimos que  eran nuestros derechos.

¿Se sienten ahora  vos y tus compañeros satisfechos de lo logrado a través de esos reclamos legislativos?

Siempre se puede mejorar, pero al menos los que integramos este Centro de Veteranos, sí estamos satisfechos de la  voluntad de lucha y los logros porque el tema Malvinas es  recurrente y  muy visible en toda la República argentina y Latinoamérica, y ello se debe en gran parte  al enorme trabajo que hicimos los veteranos de Malvinas.

Me consta que ha sido persistente la lucha de ustedes, desde que ponían sus carpas en la Plaza de Mayo y la gente se molestaba, pero al final  han tenido sus resultados positivos, porque este año las actividades de reconocimiento han sido por todo lo alto.

Pero, pasando a otro tema, el Cura Paco Olveira, en su Misa que comenzó con el himno argentino y fue coreado  y aclamado por cientos de personas que aparecieron por todos los flancos de la Plaza Lavalle, resaltó que vos estabas allí, cumpliendo  61 Años en plena huelga de hambre. Contanos ¿cómo fue ese pasaje?

Paco suele hacer esas cosas, que se le ocurren en el m omento. Yo me incorporé junto a él en la huelga  el lunes y cumplí  el  30 de marzo los 61 años orgullosamente ayunando junto a Paco, a Pancho, a Rodolfo, a Carolina y a Susana y a Kike, que éramos los que ayunamos  frente a Tribunales.

A mí me produce varias sensaciones: primero la bronca  por la cual estábamos haciendo este intento de visibilización de lo que pasa con la Justicia, y después la satisfacción de estar  allí  los que  realmente militamos y queremos cambiar las cosas y convertir a este país  en una sociedad más justa, donde para eso es necesario que estos tipos (Magistrados de la Corte) se vayan. Así fue que estuve en esta movida extraordinaria que organizó  Paco. Cerró afirmando  Gustavo Bellido.

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