La familia Neuss estaba floja de papeles. Su esposa quería el divorcio y una importante parte de los bienes. El marido le contestó con una terrible paliza el día anterior al crimen -y la chorra es Cristina-. Mauricio Macri saqueó al país, lavó dinero con la venta de jugadores, en 1989 compró concejales con un viaje a Estados Unidos y 40 mil dólares por su voto para adjudicarse la realización de las cloacas de Morón -y la chorra es Cristina-. Esmeralda Mitre acusó a la familia de esconder una gran parte de la herencia de su padre, los acusa de estafadores -y la chorra es Cristina-, Luis Miguel Echevehere estafó a su hermana por 11 años, la maltrató toda la vida y la priva de su libertad mandándole matones a su casa -y la ladrona es Cristina-. Mariano Macri acusó a su hermano Mauricio de haberlo estafado y robado. Fueron tantos los delitos, que pudo construir con Santiago O’Donnell un libro de 239 páginas -y la ladrona es Cristina-.
Neuss, Mitre, Macri, Echevehere son parte de la oligarquía, parte de esa gente decente, moral y ética que señala con su índice a Cristina, a Perón y se edita en los diarios la frase de Macri que “el peronismo es el partido de los vagos”. Aparte de ladrones probados y acusados por su misma familia son poco ilustrados, más bien brutos.
No hay causa inventada por la patria judicial de Macri contra Cristina que hable de robo. El famoso PBI que se llevó no solo es una frase, no figura en un expediente, ni saben explicar de cuanto, para que, por qué, ni siquiera donde está. Toda una fantasía que parte de una sociedad ignorante compró para defender a un mafioso. Y este adjetivo también está probado.
La yegua, la chorra, la ladrona supo gestionar. Controló alimentos, mantuvo un dólar bajo, creó la jubilación para el ama de casa, duplicó el presupuesto en educación y salud y no pidió un peso al FMI. Hizo todo lo contrario a Mauricio Macri -y Cristina es la chorra-.
Las familias importantes dictan cátedra de moral y buenas costumbres a través de los medios hegemónicos. Al mismo tiempo acusan al peronismo de ladrón, vago y mal entretenido, pero las estafas en las herencias no se dan en la casa de mi vecino pero si en el hogar de los Neuss, Mitre o Macri. Dueños del país gracias al saqueo histórico, además roban a sus hermanos. No tienen límites. Esa clase de gente es mencionada por el llamado periodismo independiente como exitosa y califican con lo peor aquellos que han trabajado para los que menos tienen. Gente con muchos millones y poca dignidad son los que siguen creyendo que un joven blanco que corre es un maratonista y un joven negro que corre es un ladrón. ¿No le parece?
