FRANCISCO URSIC: “Hoy en día, la delincuencia parece más organizada que la propia organización institucional de seguridad”

Por Gabriel Russo –
Esa cruda realidad fue expuesta en Comunas, por Francisco Oscar Ursic abogado penalista y titular del Estudio Jurídico Ursic & Asociados, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su especialidad es el Derecho Penal y Procesal Penal, y también se desempeña como profesor universitario en la Universidad de Belgrano, donde dicta cátedras como Derecho Penal II y Criminología. Ursic detalló los ejes problemáticos que complejizan el abordaje de la seguridad desde el derecho penal “no puede ser que hoy en día, contemos con un código penal de 102 años, o sea estamos administrando Justicia con una carreta”-graficó el letrado.
“Hoy en día, la delincuencia parece más organizada que la propia organización institucional en materia de seguridad- resaltó el Dr. Ursic en su diálogo con Comunas. “ El derecho penal en la capital es muy difícil. Trabajar en la seguridad en la ciudad de Buenos Aires implica lidiar con tres jurisdicciones distintas de jueces y tres códigos distintos-precisó-; la ciudad tiene una complejidad particular: para los casos de delitos federales, como narcotráfico, puede intervenir la justicia federal; la justicia penal de la ciudad puede actuar en algunos casos de delitos transferidos o considerados menores; y también interviene la justicia nacional en lo criminal y correccional, cada una con su correspondiente código.
“Además, – añadió-, hay distintas policías: la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, la Policía Federal, entre otras. Esta diversidad, sumada a la existencia de jueces nacionales y de menores, genera una gran complejidad que termina jugando a favor del delincuente y de las organizaciones criminales. Es paradójico, pero la delincuencia parece más organizada que la propia institucionalidad en materia de seguridad”- consignó.
“Un ejemplo claro es que el delincuente no tiene protocolos de actuación, mientras que el policía sí los tiene. Por ejemplo, en cuanto al armamento, hoy en día muchas organizaciones criminales que operan en la ciudad tienen armamento más sofisticado que el de la propia policía. Parecen estar un paso adelante en lo relacionado con las fuerzas de seguridad. Esto refleja desaciertos en las políticas de seguridad y evidencia que los delincuentes ya no temen ni siquiera a las cámaras de seguridad que captan su rostro.
A propósito Ursic argumentó:
“En la ciudad de Buenos Aires, repleta de cámaras de seguridad del Estado, comerciantes, vecinos o transeúntes con sus teléfonos, la delincuencia sigue actuando sin intimidación. Todo esto demuestra que la seguridad debería ser una política de Estado nacional. Sin embargo, la «trilogía del Estado» —nacional, provincial y municipal— parece no coordinarse, actuando cada cual por su cuenta y generando un gasto ineficaz.
Al ser consultado por estadísticas, que hablan de que hay 766 robos cada 100,000 habitantes en Buenos Aires, y la cifra se triplica en la Capital Federal, el abogado destacó: “ Desde un enfoque criminológico, es evidente que han aumentado los delitos de ocasión: robos cometidos por personas de clase media o profesionales, muchas veces por necesidad económica. Este tipo de delitos, conocidos como «hurto no violento,» se ha incrementado drásticamente. Además, han crecido los delitos intrafamiliares, tanto de abuso sexual como de propiedad.
“Este fenómeno refleja un replanteo en la sociedad, dado que está ocurriendo en el propio seno familiar. La familia, como institución, se encuentra debilitada comparada con el siglo XX. La concepción de la familia como célula social ha cambiado, y esta transformación ha tenido repercusiones sociales y criminales. La falta de políticas de largo plazo para fortalecer el tejido familiar contribuye a este problema.
“Además, la narco-criminalidad, el lavado de activos, la trata de personas y otros delitos complejos están avanzando significativamente en Buenos Aires. Basta caminar por zonas como Constitución para observar cómo la trata de personas, muchas veces de extranjeros traídos con engaños, está a la orden del día. Se trata de la esclavitud del siglo XXI, una «venta de carne humana» para explotación sexual, que exige una respuesta enérgica por parte de las autoridades.
“Para abordar estos problemas, es esencial actualizar la legislación. – señaló contundente –“No podemos seguir administrando justicia con un Código Penal que tiene más de 100 años. Este código, aunque fue útil en su momento, ya no responde a las realidades actuales. Es necesario un cambio generacional en materia penal, que permita proteger a los ciudadanos con normas ágiles, actualizadas y efectivas.
En otra parte de su ch arla con Comunas, el Dr. Ursic abordó el tema del maltrato animal:
“También se debe prestar atención al maltrato animal, que es un delito creciente. La ciudad de Buenos Aires incluso creó una fiscalía temática para este tipo de casos. Los psicólogos advierten que el maltrato animal puede ser un indicador temprano de tendencias violentas en personas que podrían escalar su comportamiento hacia el daño a otros seres humanos.
Finalmente el jurista se refirió a la Legítima defensa.
“Otro aspecto crucial es revisar el uso y la aplicación de la legítima defensa. Actualmente, este instituto está desvirtuado y, en muchos casos, parece estar en contra del ciudadano que busca protegerse. Las personas que actúan en legítima defensa terminan siendo judicializadas, lo que desincentiva la autodefensa. Lo mismo ocurre con policías que cumplen su deber pero enfrentan procesos- señaló-.