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Fallidos

Por Gabriel Princip
“Cambiamos futuro por pasado”, espetó sonriente Vidal en pleno triunfo pro inaugurando el rubro “fallidos” de este fallido gobierno y presidente fallado. Macri es un ejecutivo con una sucesión interminables de fallidos, tantos como para ir a reclamar y pedir un número menos para ver si calza.
“Serán felices cuando uno más uno sea tres”, “todo está resolvido” y “haremos el mínimo esfuerzo posible” completan la triada de frases que pasarán a la historia de un presidente que si hay algo que defecciona es en su contenido intelectual.
Según Sigmund Freud en su “Psicopatología de la vida cotidiana” las personas pueden realizar acciones que contradicen su intención consciente y que aparentemente están desprovistas de sentido.
El análisis enseña que el sujeto tiene una intención oculta e inconsciente con la realización de dichos actos fallidos.
Los tres errores clásicos de un fallido son el lapsus lingue, de lengua o verbales (ejemplo cuando Macri dice tener “todo resolvido”), errores de escritura o gráficos y de lectura, ejemplo confusión en términos, discursos, etc.
En la historia del acto fallido queda Menem y su “Se eliminaran escuelas primarias”, en lugar de escuelas precarias. También Menem le dio vida a Sócrates y sus libros, el viaje a la estratosfera y la genial “Me pondré al frente de la corrupción”, en lugar de decir “en contra de la corrupción”.
Adelina Dalessio de Viola fue famosa por decir “Tenemos que lograr que lo legal sea igual a lo moral”. Cavallo la rompió con “la gente debe perder los medios”, en lugar de miedos. Neustad tuvo lo suyo con “tiene que haber impunidad” y Avelino Port con “trato de prometer lo que no se si voy a cumplir”.
En síntesis, el acto fallido es una traición al inconsciente. Nuestro presidente tiene actos fallidos porque trocó la idea de mentir por ocultar. En plena campaña la mentira era moneda corriente a pesar de que su aparato comunicacional se empeñaba en demostrar lo contrario.
Pero Mauricio dijo en pleno debate que no iba a devaluar, no iba a perseguir, no quitaría planes ni despediría empleados públicos. De más esta decir que nada fue verdad. Hoy prefiere el ocultamiento a la mentira. Habla de la revolución de la alegría y que un futuro será mejor sin detenerse en un presente lamentable.
El problema central de Macri es que tiene genes empresariales y no políticos. Le cuesta no seguir un plan determinado por Durán Barba y no para de equivocarse. Su gobernadora también sigue su idea y cuando estaba triunfando en las elecciones, eufórica dijo: “cambiamos futuro por pasado”, a cuatro meses de gestión Vidal tenía razón. Volvió el pasado de los 90’ y el futuro es el 55’.

Macri seguirá cometiendo fallidos salvo que dicte un DNU para derogar los 10 mandamientos y de esta manera la mentira fenecerá o, también por decreto, le sacará el monosílabo NO a la tabla de Moisés. Entonces donde dice “no matarás, no robarás, no mentirás”, a parir de hoy dirá “mentirás, matarás y robarás”.
Hoy se cumple en el gobierno una cualidad matemática: la propiedad transitiva. El inconsciente traiciona a Macri y éste al pueblo, por lo tanto el inconsciente de Macri también traiciona a la gente.

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