FÁBRICA DE POBRES

Por Bret Sinclair.
Es común escuchar al antiperonista decir que el peronismo fabrica pobres, que no les da trabajo sino planes, que les da el pescado en lugar de la caña, y demás tonterías ilustradas que reemplazan al conocimiento. Y es común por la falta de contenido del gorila y el sobrante de falsas noticias que recoge en los diferentes medios hegemónicos.
Para que este buen hombre entienda quien fabrica pobres y quien no, nada mejor que fundamentar con la historia. El primer endeudador fue Bernardino Rivadavia. Un hombre que aceptó 1 millón de libras de la Banca Morgan, de las cuales llegaron al Virreinato 500 mil y que solo el diez por ciento se utilizó para el gran pueblo argentino salud. Pero la deuda fue por un millón y se pagó en el siglo XX.
Este dirigente llegó a ser presidente, gracias al capital que obtuvo a través de sus empresas fantasmas, más dos medios gráficos de la época y la pluma de Valentín Alsina. Persiguió a San Martín, trabajó para los españoles, fue agente inglés y hoy tiene su nombre en la calle más larga de la Argentina. Hasta 1945 nuestro país estaba colmado de pobres. Solo la oligarquía y unos cuantos más vivían en casas decentes con comida de la misma calidad. El dinero se lo llevaban aquellos acólitos de los gobiernos entreguistas y los dueños del campo. El resto trabajaba sin derechos, sin nadie que los protegiera.
Perón instaló derechos laborales con presupuesto propio aprovechando la Segunda Guerra Mundial. No pidió un dólar al Fondo Monetario, es más, prestó dinero a España, Italia, Francia y Holanda y pagó la deuda de Rivadavia.
Se puede decir sin temor a equivocarnos que Perón creó la clase media “utilizando a los pobres”. El primer préstamo al FMI se registró en 1956 con la dictadura de Aramburu. Un préstamo innecesario que Perón desechó y fue uno de los causales de su derrocamiento.
La fábrica de pobres, en ese momento, la instala un gobierno militar que se llamó Revolución Libertadora y trató de tirano al que pagó y prestó.
Los pedidos al Fondo vivieron una verdadera fiesta hasta 1973 cuando vuelve el peronismo al gobierno. Otra vez no se pidió y otra vez actuó el Imperio en 1976 para instalar una economía de libre mercado, muerte por doquier, Plan Cóndor, y el resurgimiento del Fondo. Otra vez la pobreza en la Argentina que se disfrazaba con la compra de un televisor a color o la obtención del mundial.
Deuda del fondo, deuda del Clan Macri, deuda de la patria financiera, todo pagado por la clase media que cuando pudo votó en contra del peronismo. El show del préstamo siguió hasta la llegada de los K. Néstor pagó al Fondo, donde todavía se incluía la deuda de 1956. Cristina al igual que Isabel no pidió un solo peso y la clase media pasó de 9 millones de integrantes a 18 millones según informó el Banco Mundial.
Fábrica de pobres todavía no vimos, si lo escuchamos de boca de los mentirosos profesionales de siempre. Los radicales que se olvidan que nunca completan un mandato, que son dueños de la hiper y de la alianza o los conservadores que se hacen llamar liberales o pro siempre a disposición del imperio. Ellos sucedieron a Cristina para endeudar por 100 años o pedir préstamos para fugarlos y aumentar la pobreza. Acá gorila tenés la fábrica de pobres, esa que le encajas al peronismo porque Clarín te lo dice. Yo sé que es inútil, porque la camiseta de opositor no te la sacas ni para bañarte y nunca vas a reconocer las virtudes del peronismo pero tenés que saber que la mentira es como Feinmann, tiene patas cortas. Ya no los votan y te escuchan de lástima o para generar una sonrisa. El que inventó a los pobres en este país fue el conservador cipayo disfrazado de militar, liberal o radical y quien puso algo de justicia fue el peronismo. ¿No te parece?




