Estados Unidos es el gran inventor de los impuestos a las grandes riquezas
Por Claudia Bustamante.

Una crónica del ayer, pero que tiene que ver con el hoy, se relaciona con este momento en el que la Cámara de Diputados está debatiendo, en sesión especial, el aporte extraordinario para las grandes fortunas, un tema que ha traído bastante polémica, más de la esperada tal vez, teniendo en cuenta que son apenas poco más de 9 000 personas las que estarían involucradas en este pago de este aporte extraordinario.
Pero es interesante saber y tener idea de dónde surgen estos aportes o estos impuestos que se le hace a las grandes riquezas y no es precisamente en un país comunista o socialista. El país que mayores impuestos a la riqueza ha puesto durante toda su historia es, precisamente Estados Unidos, y es interesante recrear aquí una nota de opinión que fue publicada en el diario Los Andes en el 2014 aquí en Argentina, donde relata cuál es el camino que recorre Estados Unidos para buscar una mayor igualdad.
Y cuenta en este documento que en la primera década del siglo 20, asociaciones progresistas socialistas, católicas y diversos colectivos de inmigrantes luchaban en Estados Unidos por una mayor equidad contra la pobreza y la esclavitud que aún imperaba. Quien recoge estos intereses es Teodoro Roosevelt a principios del siglo 20.
Por otra parte también en ese momento ya David Rockefeller, afirmaba que a la sociedad no se le debió corresponder nada de la riqueza generada por los empresarios, porque para eso los empresarios ponen empresas y le daban trabajo sin embargo Roosevelt planteó que nadie puede hacerse rico sin el concurso de una sociedad, y por lo tanto a esta se le debía corresponder parte de los beneficios. Su victoria electoral en ese momento se tradujo rápidamente en un impuesto sobre las rentas más altas de Estados Unidos del 15% una cifra modesta, pero que surgió tras un debate ambicioso.
Estados Unidos estableció así el ingreso sobre la renta en 1913 y el impuesto sobre las herencias en 1916, ya abrió un camino de gravamen progresivo y estaba muy adelantado a Europa. Estos impuestos tenían por objetivo reducir las disparidades entre ingresos y riquezas, más que para recaudar dinero. Estos gravámenes son declarados como un invento estadounidense, y este invento tiene raíces profundas en esta visión de una sociedad igualitaria de los pequeños agricultores.
En esos tiempos Roosevelt y muchos norteamericanos serios se dieron cuenta de que esa extrema ponía a Estados Unidos en peligro de convertirse en una vieja Europa, y fueron muy directos al alegar que la política pública debía limitar y tratar de limitar la desigualdad por razones, tanto políticas como económicas, y consideraban que una gran riqueza representa un peligro para la democracia. Luego vino la guerra y la decisión de Estados Unidos de participar en la Primera guerra mundial, por ejemplo, y se dieron cuenta que los gastos militares eran de exorbitantes, entonces instituciones como el Comité norteamericano de Finanzas de Guerra plantearon argumentos muy expeditivos. “si los ciudadanos de a pie iban a librar la guerra, no sería justo que también la pagasen, entonces si el gobierno podía confiscar la vida de un hombre y enviarlo a la guerra, por qué el estado no podía confiscar la riqueza de los que se quedarían en casa”, es así que aprovechan esta tesitura los progresistas norteamericanos para avanzar en pos de la igualdad.
Estados Unidos es el gran inventor de los impuestos a las grandes riquezas. Hoy en la Argentina se está debatiendo un impuesto, un aporte extraordinario de las grandes fortunas de algo similar a una guerra, por lo menos las consecuencias que está trayendo la pandemia, no solamente nuestro país; solamente le tocaría a 9 mil personas, es el 2 % sobre estas nueve mil personas poco más de nueve mil personas que declaran tener más de 200 millones de pesos ; la mayor tasa va a alcanzar a menos de 300 personas; se intenta recaudar aproximadamente 300 mil millones de pesos y lo recaudado ya tiene destino ; va a ser para comprar equipamiento de salud para seguir atendiendo lo que resta de esta pandemia; apoyar a las pymes con subsidios y créditos para que puedan generar mayor trabajo; urbanizar los barrios populares porque son los lugares donde más consecuencias trae esta situación; hacer obras equipar a YPF para producir y envasar gas natural; financiar un relanzamiento del Plan Progresar para que los jóvenes puedan seguir estudiando, y contar con un primer empleo. Es interesante entonces conocer lo que se debate actualmente en Estados Unidos, y lo poquito que está pidiendo el estado argentino a poca más de 9 mil personas para ayudar a los que menos tienen.




