¿ES, SE HACE O NO SABE?

Por Carlos Galli.
El neurocientífico y político advenedizo, Dr. Facundo Manes, no sabe, se hace o es que de repente, se transformó en K.
¿O tal vez resulta que es un Kirchnerista asintomático?
Hasta no hace mucho, era un radical alfonsinista, a quien tiene como un héroe y padre de la democracia.
Es un ególatra. Tiene su ego, tan alto, que si se cae, se «suicida».
Un soberbio, que cree tener la verdad absoluta y revelada. Ambiciona más de lo que le da el cuero.
El radicalismo puro, lo detesta. En el peronismo no tiene cabida ni lugar. Y el kirchnerismo lo ignora, y saben que, políticamente es un verde.
Tal vez pretenda ser en un futuro, el hombre que cambiará el destino de nuestro país. Ser Presidente de la Nación o al menos estar en una fórmula presidencial.
Primero, no es un político de raza.
Segundo, lejos está de ser un estadista.
Tercero, es un recién llegado a la política, que «supo» aprovechar el desaguisado de la dirigencia política en general.
Cuarto, y seguramente lo más importante, no tiene aparato que lo acompañe. No tienen ni bombos, ni palillos. Solamente guitarrea en La Nación + y en TN. Deambula por los programas de la derecha arcaica, haciéndose un progresista del Siglo XXI.
Nació en la localidad de Quilmes y se crío en Arroyo Dulce y Salto, en la Provincia de Buenos Aires. En un reportaje, expresó que su padre le enseñó el valor del estudio y «soñar» en grande. Se recibió de médico en la Universidad de Buenos Aires. Cuando terminó su residencia en Neurología, viajó a los EE.UU. y a Inglaterra dónde fue premiado en la Universidad de Cambridge. Es decir, que está «contaminado» del imperialismo yankee y supo oler a los piratas.
Para el Pro, ya es sapo de otro poso. Es harina de otro costal. En el centenario partido radical, lo miran de reojo. Para el PJ, no existe. Y el Kirchnerismo sabe que vende humo y carne podrida.
A mi criterio, no tiene lugar en ningún lado. Lo más factible, que deambule como turco en la neblina, y se quede más solo que Hitler en el día del amigo.
Podría probar como candidato a Intendente de Quilmes, pero para su ego, resultaría poca cosa.
Para intentar la gobernación de la Provincia más grande del país, no le da el cuero y mucho menos, postularse a ser candidato a la primera magistratura. Pero en todos los casos, le falta «aparato». Pero en menos de un año, aquellos que estamos en política por más de cinco décadas, sabemos que sin «aparato» y apoyo popular, no puede llegar ni a Concejal.
Sin dudas, es un excelente neurocirujano, pero me hago está pregunta, ¿Qué piensa su cerebro ideológicamente?, el que tantas cabezas ha curado.
Su infancia y en su juventud, no paso hambruna. Pudo educarse y llegar a ser doctor. Escribió libros. Evidentemente fue y es una persona exitosa. Pero a pesar de su altísimo ego, es un tibio. A veces está a la derecha, a veces a una izquierda moderada o en un radicalismo alfonsinista, cercano a la socialdemocracia. Lo que significa claramente, que no es ni chicha ni limonada.
O es un Kirchnerista asintomático y El, no lo sabe.