Opinión

Es Miriam Lewin, la nueva Defensora del Público

Por  Margarita Pécora   –

Cinco páginas  abarca   la trayectoria  curricular de  la flamante  Defensora del Público,  Licenciada Miriam Lewin,  donde destaca como Periodista digital en la  generación de contenidos en texto y video en las secciones Sociedad, Género, Policiales e Internacionales. Además  de su  experiencia profesional  en la TV,   la radio,  medios gráficos,  resalta su participación en  series documentales, y su autoría  de  varios libros  del que recuerdo  “Putas y Guerrilleras”, sobre Violencia sexual en los centros clandestinos de detención.

Miriam fue designada Defensora del Público por resolución conjunta de ambas Cámaras del Congreso de la Nación, a propuesta de la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, las Tecnologías de las Telecomunicaciones y la Digitalización, como establece la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.

De modo que  la  Defensoría del Público  llega a manos consensuadas,   expertas  y en el momento justo de mayores trasgresiones  mediáticas, para cumplir  por 4 años de gestión,  una misión inacabada, para llenar un vacío  enorme  en la  misión defender el derecho a la comunicación democrática de las audiencias de los medios de comunicación audiovisual en todo el territorio nacional.

Una misión para la que Miriam tendrá  inexorablemente que blindarse,  para poder   cumplir  ese  rol con la neutralidad que se requiere, y soportar la artillería pesada  que le va a disparar desde todos los flancos   que ocupan los “afectados” por las denuncias que llueven  de parte del público,  en particular  sobre  los medios concentrados  que, bajo  el pretexto de la “libertad de  expresión”,  imponen  sus políticas de desinformación, tergiversación  y sus operaciones de prensa   utilizando como armas las   fake news (noticias falsas).

Y cuando decimos que la nueva Defensora llega en el momento justo,  nos referimos a  que hoy  se  están produciendo ataques  violentos  desde la prensa a  figuras  del arco político  gobernante, por ejemplo la del periodista Ángel Pedro Etchecopar alias (Baby Etchecopar) contra la  vicepresidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner a la que  peyorativamente  catalogó como “un cáncer de la Argentina”,  desde un programa de TV,   revelando un profundo odio y   discriminación   que lo llevaron a   cometer   violencia simbólica y mediática contra la comunicación democrática.

Sobre este  hecho vergonzoso, la  Defensoría del Público recibió varias denuncias,  entre ellas la que firmaron  65 legisladoras y legisladores nacionales confiados en  la autoridad del  organismo el organismo para investigar  y  defender los derechos de las audiencias.

Muchas y diversas tareas tiene por delante  el Organismo de Defensa del Público;  en las campañas contra la violencia hacia las mujeres, en retomar las audiencias públicas, etc., pero hay una  coyuntural   que  demanda la mayor prioridad, y es el seguimiento al manejo de la información sobre la pandemia, donde mucho  daño hacen,  por ejemplo los  “anticuarentenas”, solapados o abiertos, quienes  guiados por intereses políticos adversos al gobierno  nacional,  construyen  mensajes que distorsionan la política sanitaria de protección a las vidas de millones de personas, no solo incentivándolas a salir a la calle a retomar actividades laborales para las que aún no estamos preparados, sino alentando  incluso  por las redes sociales,  manifestaciones públicas que sólo obran a favor de la propagación del virus.

De ahí que  resulten muy valiosas en  el contexto de las coberturas sobre coronavirus, las sugerencias que ha  formulado el Organismo,  para fomentar la accesibilidad comunicacional y el tratamiento respetuoso de la discapacidad tanto en canales como en señales de televisión.

Nos deja tranquilos/as  la palabra  empeñada por  la Nueva Defensora cuando expresó su intención de esforzarse para poner la Defensoría de pie y colocarse  “al servicio de las audiencias, sobre todo  de aquellas que tienen menos posibilidad de hacer oír  sus voces en los medios de comunicación.

“Queremos audiencias activas y diversas. La comunicación debe ser un derecho en la Argentina, tal como lo plasmó en el 2009 la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, con la lucha y el trabajo de muchos sectores. Voy a convocar a todas y todos los que hicieron posible que estemos iniciando esta nueva gestión, en un organismo normalizado”- ha prometido Miriam Lewin.

Y el   público, las audiencias de todo tipo, medio y canal de comunicación,   tenemos también  una cuota enorme de responsabilidad   para  que  este Organismo  cumpla  su rol, comprometiéndonos a denunciar todos los  hechos  que atenten contra nuestros derechos legítimos de recibir una comunicación  democrática,  despojada  de los vicios y las segundas y siempre malévolas  intenciones.

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