
Cuantas veces afirmamos frases concluyentes. Tenemos el gobierno que merecemos, la culpa
es nuestra, no son los de afuera somos nosotros, y demás frases hechas que coronamos con el
viejo chiste que un argentino se compra por lo que vale y se vende por lo que él cree que vale.
En síntesis, charlas estériles con un mate en la mano o en el café de la esquina que ameritan
discusiones sin ton ni son.
La culpa es nuestra es hasta ahí y va en consonancia con los de afuera no tienen nada que ver.
La geopolítica existe en el planeta desde el armado de tribus y clanes hasta la actualidad con
las mega-corporaciones asociadas a los imperios. Si hoy existe un Macri acompañado por un
Pichettto traidor, en el siglo 19 existía un Cornelio Saavedra, un Mitre, un Sarmiento y en el
siglo 20 hicieron ese trabajo de entrega desde Roca a Videla pasando por los integrantes de la
década infame, la fusiladora, la alianza y Menem entre otros.
O sea, existen traidores, pero también existió desde 1823 una doctrina Monroe que acaparó
todo país satélite de América, existieron familias y viven todavía cono los Rockefeller, los
Rostchild que arman guerras para acaparar riquezas y todo ello gestionado y sancionado por
sus medios de comunicación.
Sancionamos a un Che Guevara, un Fidel Castro, a la guerrilla argentina, a un Perón porque
armaron pequeñas guerras, porque mataron pero no decimos nada de Estados Unidos
responsable de las últimas 218 guerras en los últimos dos siglos.
Debe saber usted que existen dos tipos de guerras, aquellas de conquista y otras de liberación.
Estados Unidos y cualquier país imperial inventan guerras de ocupación o conquista para
hacerse de sus riquezas y empobrecer a sus derrotados. Mas luego crear muros para que el
inmigrante derrotado no llegue a un lugar donde pueda vivir. Las guerras en América son de
liberación. O sea si el Che Guevara fue un asesino también lo fue San Martín y Belgrano.
También somos así porque Argentina se transformó de un país negro a un país blanco,
europeo, donde la arquitectura era francesa y las finanzas británicas. Somos blancos. Somos
hijos de inmigrantes, pero europeos, o acaso algún presidente se llama Tupac Amaru. Pero
todo cambia, hoy el italiano no viene más a la Argentina , hoy viene el venezolano, el
dominicano, el haitiano y de a poco volvemos a la Argentina negra, esa la de los esclavos
liberados del siglo 19.
Pero el carácter europeo todavía marca la opinión publicada. El círculo rojo es Magnetto, Roca,
Macri, los gobiernos están llenos de Fernández o sea ni un indio. Esos blancos que nos indican
superioridad racial y nos hacen creer que somos buenos y geniales porque nacimos en un piso
de material. Hoy somos el italiano que habla español y quiere ser inglés, pero detestamos al
cabecita, al negro, al indio y no entendemos que la villa es la próxima sucursal de la clase
media. Eso somos. La clase media deja de existir gracias a los entregadores pero también al
hacer del imperio que, geopolítica mediante, no te da respiro. Somos responsables, o sea
damos respuesta, pero el culpable está en el exterior, y es ese que inventa guerras, asesina niños y levanta muros para que el mundo siga comandado por una elite para al sufrimiento de
las mayorías.