ENSEÑANZA PARA LA DIRIGENCIA POLÍTICA
Por Carlos Galli.
En un mundo convulsionado y violento como el nuestro, hay corrientes ideológicas, filosóficas, sofismas, creencias y religiones. ¿En qué nos fundamentamos para creer en lo que creemos? ¿Cómo es posible saber si lo que nos han enseñado es la verdad? ¿Es posible conocer con certeza la verdad respecto a DIOS, el hombre, la vida, la mismísima muerte, la eternidad y el supremo propósito de todas las cosas? ¿Resulta posible conocer con absoluta claridad la voluntad de DIOS para con los hombres? Muchas preguntas. Y ninguna tiene respuestas de la dirigencia política, porque en su mayoría se sienten dioses y diosas, y los únicos dueños de la verdad revelada.
¿Meditaron alguna vez pedir ayuda al Creador del Universo? ¿Es que la soberbia y las vanidades no se lo permiten? Siguen las preguntas.
Desde la antigüedad la raza humana perdió la comunión con DIOS por causa de sus pecados, sumiéndose en una total ignorancia. No creen en la ayuda del Ser Supremo. Juran por ÉL, sobre los Santos Evangelios, pero no cumplen lo que le prometen.
La Patria nunca les demandará nada. Lo que no saben y no entienden, es que DIOS, un día les va a reclamar por todos sus malos actos. Por sus mentiras. Por las promesas incumplidas. Por la corrupciones que han permitido. Y pasarán al tormento eterno. Y allí será el lamento y el crujir de dientes. ¿Ustedes creen que esto es una metáfora? Se equivocan. Así como hay vida eterna, también hay tormento infinito.
Nadie está libre de arrojar la primera piedra. NINGUNO.
Y ustedes menos que nadie. Aunque muchos dirigentes, políticos y políticas, creen que orinan agua bendita, y destilan veneno y enojo.
Traten de ser menos soberbios, menos vanidosos. Menos engreídos y busquen la ayuda de DIOS.
La vida con DIOS, es difícil. Sin EL, sería invivible.
