Jannah Theme License is not validated, Go to the theme options page to validate the license, You need a single license for each domain name.
Opinión

El triunfo de la previsibilidad guaraní

Por  Margarita  Pécora   B. –

 

Ya sabemos  que el coronavirus ha llegado a todas las regiones del mundo,   y es una realidad  innegable, que hoy día las enfermedades ya no son locales, sino que son absolutamente globales, pero en  un continente tan diverso como  nuestra América Latina, donde la mayoría de los gobiernos  se enfrascan en una fuerte pulseada, buscando mantener un equilibrio entre la protección de la salud y de la economía, el   impacto mortífero del  Covid-19   se ha producido de forma abrumadoramente alta para  algunas naciones, y  admirablemente bajas, por suerte, para otras.

Pero eso no debe  sorprendernos,  porque en la mayoría de los casos la cifra de víctimas está en correspondencia con   el número de habitantes. No me parece justo comparar  a un país  como Brasil  de 210  millones de habitantes, – más allá de  la actitud negligente  y mundialmente  criticada   a su primer mandatario Jair Bolsonaro, con  lo que  ocurre en la  Argentina   que tiene 44 millones  de habitantes y un presidente comprometido desde la primera hora con la preservación de la salud de sus ciudadanos;  del mismo modo  que  no se puede comparar esta realidad, con la  de Paraguay   que tiene apenas 7 millones  y algo más de habitantes.

El territorio guaraní,  ese que tenemos  a la distancia de un abrazo, simbólicamente hablando,  es justo reconocer que sigue liderando  los mejores estándares de  enfrentamiento a la  pandemia en el  cono  sur americano, a pesar de tener uno de los peores sistemas de salud de la región.

Con todo, Paraguay   es aún el país con el menor número de  muertes  por cada cien mil habitantes , y también  de casos  contagiados en números  absolutos, incluso que  Uruguay. Este lunes 20 de julio,  la cifra de fallecidos era  de   31  personas,    y 3 721  los casos confirmados.

Y   este resultado  que envuelve en cierto aire  triunfalista al  propio Mario Abdo Benítez,  presidente de Paraguay,    se debe a que  decretaron de manera temprana  la Emergencia sanitaria, logrando contener el avance del coronavirus sin cuarentena obligatoria, aunque eso sí,  imponiendo el  uso  de  tapabocas y el  distanciamiento social. De no haberlo hecho  hoy no alcanzarían las morgues para recibir a miles de muertos.

El 10 de marzo, tres días después de que se confirmaran los dos primeros casos de contagio en el país – el gobierno paraguayo decretó el Aislamiento Preventivo General a nivel nacional. Posteriormente, el  16 de marzo Paraguay  cerró sus fronteras, y  más de 9 mil connacionales que regresaron al país,  fueron sometidos al cumplimiento de una estricta cuarentena. Esta alerta temprana, preventiva, esta capacidad de reacción ante las señales de peligro que venían  bajando como cascada  desde  Europa, fue  captada  rápidamente por el  pequeño país.

Nada de eso es  fruto  de milagros, ni de fuerzas sobrenaturales.  Un informe oficial de 30 páginas   dan fe  de las  principales medidas adoptadas por el gobierno paraguayo ante el avance del Covid-19,   que parece no haber obviado ningún detalle, como son medidas  sanitarias, sociales, laborales, financieras, etc. Entre las primeras, incluyeron  la suspensión de las clases en todos los niveles, así como la restricción de todos los eventos públicos y privados  y la declaración del toque de queda nocturno. Evidentemente han obtenido buenos resultados.

Paraguay vuelve a la normalidad después de tres meses de confinamiento. Desde el pasado 15 de junio, los restaurantes y los bares volvieron a abrir sus puertas, así como los gimnasios y los centros deportivos, sin embargo, el Gobierno pidió el pasado  viernes no subestimar al virus ante un aumento de casos en los últimos días.

El reinicio del torneo Apertura 2020 en Paraguay, que estaba previsto  para el pasado el viernes y fue postergado por la aparición de casos positivos de coronavirus en cuatro equipos participantes, fue reprogramado para este martes  según anunció  la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) después de una reunión del Consejo Directivo de la División de Honor.

Pero no  todo es color de rosas en Paraguay,  porque   hay críticas a la subejecución del  presupuesto  destinado al Ministerio de Salud, a pesar de que el Ejecutivo logró en marzo la aprobación de un préstamo de 1.600 millones de dólares para hacer frente a la pandemia.

Un informe publicado por el Banco Mundial auguraba una caída del PIB de Paraguay del 2,8%, inferior a la de otros países de la región, pero igualmente relevante en un país en el que el uno de cada 5 ciudadanos, según la Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal), vive una situación de pobreza extrema.

Tampoco  han dejado felices a los paraguayos   la visita del ex presidente Mauricio Macri, invitado por su par,  Horacio Cartes,  mientras las fronteras siguen cerradas por la cuarentena sanitaria. La estancia de Macri en Paraguay apenas se prolongó unas seis horas, pero alcanzaron para que fuera recibido por el presidente  paraguayo quien trató de minimizar  el encuentro que tuvo  con el  argentino vencido en las urnas  en diciembre pasado,  diciendo que “solo se trato trató de un saludo de cortesía, que apenas duró 40 minutos”.

Hoy  todas las miradas siguen la evolución epidemiológica en Paraguay,  favorable hasta el momento  y motivo de tranquilidad para los argentinos  que respiran tan cerca de la frontera el aire guaraní,  pero ojo, Paraguay no debe confiarse de estos logros, porque el rumbo errático del coronavirus  está diciendo que al  menor descuido, reaparece con rebrotes  traidores. La complacencia, la sensación de triunfo, puede ser  el peor enemigo,  no solo para Paraguay sino para cualquier país que crea que haya vencido al letal coronavirus.

 

 

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba