El Sindicato de Municipales de Vicente López recordó el abrazo de Perón y Balbín

A 52 años del histórico abrazo entre Juan Domingo Perón, líder del Justicialismo, tras el exilio, y Ricardo Balbín, máximo exponente de la Unión Cívica Radical de ese entonces y preso durante la gestión de Perón en 1950, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López (STMVL), recordó aquel gran gesto político y lo celebró.
“El abrazo de Perón y Balbín en la casa de Gaspar Campos es un llamado de atención a las dirigencias actuales. La paz es el único camino posible para reencauzar al país”, señaló el titular del STMVL, Victorio Pirillo.
Delegados y afiliados al gremio participaron del homenaje que ocurrió en la casa del tres veces presidente en el barrio de Vicente López. “Recién llegado de su largo exilio de 17 años, hasta su asunción fue el lugar desde donde partió para jurar en el Congreso como presidente de la Nación por tercera vez” recordó sobre la casa Pirillo y destacó: “era el elemento convocante que motorizaba el final de una dictadura”.
Además, consideró que la propiedad sirvió para “subsanar enfrentamientos del pasado. Y le permitió a una generación soñar con una coalición que restableciera la democracia. Pero no cualquier democracia. Sino una capaz de darle felicidad, paz y bienestar al pueblo de la nación argentina”.
En esta línea el secretario del STMVL señaló que el abrazo de Balbín y Perón en esa casa debería ser un símbolo “para contrarrestar el odio que se ha apoderado del campo político”. Y se preguntó: “Si líderes de la talla de Perón y Balbín lo hicieron. ¿Por qué la dirigencia política actual no puede concretar un gesto político similar?”
Pirillo recordó, asimismo, que la casa de Perón -así se la nombraba, y era suficiente- “la visitaban todos los referentes políticos de la época, la vecindad y la militancia”. Y consideró que “la dirigencia política debería recoger el abrazo de paz que tuvo lugar en esa casa y transmitirlo a toda la sociedad, como un mensaje esperanzador”.
El 1 de julio de 1974, el presidente de la Nación, Juan Domingo Peron (1895-1974), falleció a los 78 años. En su discurso de despedida el líder radical, Ricardo Balbín (1904-1981), que representaba a los partidos políticos de entonces en el velatorio, inmortalizó la emotiva frase: “Este viejo adversario despide a un amigo”.