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Opinión

El pronosticador de turno

Por Luisa Lane

La palabra gobernar, en una de sus acepciones, significa conducir o dirigir una embarcación. Cuántas veces hemos escuchado de nuestros gobernantes frase como “tratamos de llevar el barco a buen puerto”, “comenzamos a despegar”, “hemos desembarcado en tal o cual territorio” o en tal o cual tema de la sociedad argentina.

Sinónimos de gobernar podemos mencionar: regir, tutelar, trasladar, guiar, conducir, dirigir, navegar .También algunos dirigentes hablan de su objetivo a conseguir citando frases como: vamos bien”, “estamos transitando el camino adecuado” y “vamos por el camino correcto”.

Por suerte, hoy tenemos un futuro ex presidente que conjuga, mezcla, revuelve el idioma, se transforma en un sicario del castellano y en un asesino de la lengua con su verba tilinga, vacía y cipaya que hace de cada conferencia de prensa un estudio climatológico.

El prescindente dijo: “ en esta crisis se desataron todas las tormentas juntas”, “seis tormentas consecutivas”, “estamos enfrentando una tormenta, pero hemos sabido arriar las band, las velas”, “la tormenta que enfrenta la Argentina”, “pasamos seis tormentas, no sabemos si habrá una séptima” y así se expresa este mandatario que más que un país parece dirigir el Servicio de Mentirología Nacional.

Pero Macri, sabe que el país está en crisis, y con su trabajo de pronosticador de turno no le alcanza para comprarle el Rasti, el Toddy y el Mantecol a Antonia entonces está probando suerte con otro laburo. Observamos, en las conferencias que otorga, como explica el camino a seguir. Allí se lo ve a Mau contándole a la gente que los servicios y los trenes funcionan bien y que “vamos por el camino correcto”, “este es el camino a seguir”, “vamos bien”, “este es el rumbo”  y siempre nos recuerda a ese que te decía “estamos mal pero vamos bien”.

Pero a Macri lo seduce más el clima. Es fan de Sol Perez y Nadia y toma otro turno para explicar que “no es fácil domar la inflación por la historia, por el cepo, por las tarifas, por esta tormenta que devaluó la moneda”.

Y ahí nomás se puso el traje de Flybondi y dijo “esta tormenta  nos sacudió cuando estábamos despegando” o ”seguimos cruzando tormentas y enfrentando problemas propios y del mundo” y “muchos argentinos sienten frente a la tormenta que estamos atravesando”.

Visto y considerando que el futuro ex presidente quedará desocupado en octubre del año que viene, ampliando el porcentaje de desempleo, ya TN le está haciendo una oferta como pronosticador de turno, aunque el estado debe preservarlo y emplearlo por unas horas en el servicio de mentirología nacional. Por lo menos las mentiras que dirá en un tiempo no harán tanto mal como ahora. Ya lo veo  todos los días, vía telefónica, comunicar que se acabaron todas las tormentas. Para mañana dirá: “lluvia de inversiones  y el finde lluvia de dólares”.

Todo esto pasará hasta que salga el sol y vuelva el peronismo. Macri otra vez será despedido por que su verba no será capaz de decir que las lluvias, han cesado, las tormentas también y ha salido el sol porque los únicos días felices en la Argentina, fueron, son y serán peronistas.

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