
Los cagatintas de la caja boba se pasaron de avivatos cuando el Capitán Beto embocó una. Bastó que el presi bocinara que el pinche ruso estaba al caer para que la banda de Leucocitos, Feinmanns y Jonatans chamuyaran cualquiera. Que si te metes el pinche te haces bolche, que se te afina el garguero, que la peste rosa invade el ispa, que los pelpas no sirven y te pueden palmar y demás giladas propias de los pascualitos amarillos.
Estos aspirantes a fiambrines, amigos de la yuta, quieren que la gente se amasije con el bicho maldito así le dan el pire al presi. ¡Minga! El raje se lo dieron al mamerto que se está morfando flor de sapo por hacerse el rana.
Cuando llegó la vacuna yanqui los cagatintas no dijeron esta boca es mía. Y claro, el que se lleva la moneda es el Magnetto y la banda de turros que saquearon el ispa.
Lo importante es que el bicho maldito está pegando el pire. Todavía hay argentos que palman, y muchos gracias a los pascualitos que hacen marchas. La etílica sigue mandando al amasije a más de un cristiano para que se la agarren con el Capitán Beto y la voten a ella.
Mientras tanto, la yegua está en modo silencio ficticio. Ella te manda una carta y te ordena. Muchos chamuyaron que le pateaba el rancho al presi, otros que le daba una mano, lo cierto es que la yegua metió el ancho bravo y revolvió el avispero. “Hay muchos funcionarios que no funcionan”, fue la frase de la yegua. Se acabó la butifarra para algunos, todos a laburar y alguno ya vio la tapuer de salida.
Los cusifai la quieren fuera del planeta pero cuando la yegua empieza a picar más de un jockey se queda de a pie.
Y fue presidenta. El presi se fue de vidurria con el Evo al altiplano y la que mandaba a los cipayos en este ispa fue la yegua. Que finde maestro, el Evo de vuelta y la chorra también.
Capo, por ahora salí un rato de la tapera. No mucho, pero gracias al lorca podes tomarte unos matienzos en la lleca con el vecino y chamuyar alguna gilada. Pero no te prendás que el dólar nos pasa a retiro, o que Larrata será el nuevo presi o el mamerto vuelve. Todas esas giladas están depuestas. Al mamerto lo atendió el hermano. La adicta a los flanes juega al ludo con la Heidi, Larrata quiere pero no puede y el único que llega a fin de mandato y con el ispa de pie es el capitán Beto. Por eso cumpa seguí en el bulín con la spica en la 650 y banca cumpa, banca.




