El peronismo se reúne este viernes para avanzar en el armado bonaerense

Los partidos que integran Unión por la Patria comenzarán a debatir el ordenamiento interno de cara a los comicios de septiembre. La tensión con Kicillof, continúa.
El peronismo dice querer la unidad, pero le cuesta el pasaje al acto. Entre declaraciones de buena voluntad y movimientos contradictorios, atraviesa horas clave para saber si todas sus tribus y partidos lograrán confluir finalmente en un mismo frente de cara a las elecciones provinciales del 7 de septiembre. El viernes, en la histórica sede del PJ, todos los partidos que integran Unión por la Patria definirán los marcos políticos y jurídicos para competir. Desde los apoderados y la junta electoral hasta el nombre del frente y los mecanismos de ordenamiento. Las listas en los municipios siguen siendo la fibra más sensible de esa ingeniería. En paralelo, la mesa que impulsa Axel Kicillof —con integrantes del Movimiento Derecho al Futuro, el Frente Renovador y Máximo Kirchner en representación de La Cámpora—, “se está armando”, aseguran a este diario, aunque el gobernador la anunció el lunes, por televisión y aún no hubo novedades.
El viernes al mediodía, en Matheu 130, se activará la maquinaria electoral: primero para la provincia de Buenos Aires y luego para las elecciones nacionales. Ya están notificados todos los partidos que forman parte de UxP: el PJ, el Frente Renovador, Nuevo Encuentro, Patria Grande, Principios y Valores, Kolina y el Frente Grande, que preside Mario Secco y forma parte del Movimiento Derecho al Futuro de Kicillof. En medio de las idas y vueltas por las reuniones fallidas, un dirigente explicó a Página/12: “Lo que se está llevando adelante es la constitución de la herramienta electoral. Primero se define: quiénes integran el frente, sus apoderados y la junta electoral partidaria, para poder presentarla ante la Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires.”
La convocatoria circuló bajo un paraguas simbólico y político más amplio. “En el marco de la campaña nacional Argentina con Cristina, el PJ PBA convocó a reunión en el PJ nacional para discutir acciones relacionadas a la condena ilegítima y proscriptiva contra CFK”, reza la invitación oficial.
Se trata del encuentro que el Frente Renovador había fijado inicialmente para el martes de esta semana y que luego quedó en el olvido por la convocatoria a una mesa política que hizo Axel Kicillof en línea con la charla que mantuvo con la expresidenta antes de la confirmación de su condena. En principio, esa mesa a pedido del gobernador estaría compuesta por cuatro intendentes del Movimiento Derecho al Futuro, más funcionarios de la provincia como Carlos Bianco, representantes del Frente Renovador de Sergio Massa y Máximo Kirchner que iría en nombre de La Cámpora. Este miércoles avanzaron las conversaciones, pero no se terminó de definir hora y lugar. El intendente de Lomás de Zamora, Federico Otermin, es uno de los nuevos interlocutores en ambos campamentos donde persisten las tensiones entre el axelismo y su antiguo lugar de pertenencia, el kirchnerismo. Cerca del gobernador aseguran que el encuentro es inminente y acusan a La Cámpora por los contratiempos. En esta mesa de trabajo sí se abordarán las candidaturas.
La superposición de iniciativas revela dos estrategias en pugna. Por un lado, el armado de un frente que promueven Sergio Massa y Máximo Kirchner que proyecte la persecución de CFK y en el que convocan al Movimiento Derecho al Futuro de Axel Kicillof como una fuerza política más. Por el otro, la estrategia del propio Kicillof de impulsar y conducir un espacio propio en el que —según explican desde La Plata— “si La Cámpora quiere participar, son bienvenidos”.
La convocatoria del gobernador reavivó tensiones latentes. Desde uno de los partidos que participa de la discusión advirtieron: “Axel no está legitimado en ese lugar. No porque no se reconozca a un gobernador —eso no se discute—, sino por la ruptura que se generó. ¿Puede convocar alguien que venía promoviendo el enfrentamiento con Cristina? Es raro, eso. Hay que entenderlo”, reflexionó.
El caos detrás de la unidad
Aunque todas las tribus del peronismo coinciden en que solo la unidad podrá mantenerlos competitivos de cara a septiembre y octubre, por debajo del discurso público el escenario es otro. El ruido es constante y nadie imagina cómo se resolverán las candidaturas. «En parte, a muchos les conviene la ruptura porque es la única forma de exponer cuánto vale cada uno, sobre todo en una elección que se presenta adversa, excepto en la Tercera», confiesa a este diario un dirigente con experiencia en el armado bonaerense. Pero advierte: «El inconveniente de eso es cargarse el costo político de romper».
El interrogante central por estas horas es cómo resolver las listas. ¿Quién encabezará las secciones? En la Tercera —el corazón del conurbano con casi cinco millones de habitantes— el axelismo podría impulsar a Jorge Ferraresi, aun cuando resuena con fuerza el nombre de Máximo Kirchner para reemplazar la candidatura proscripta de Cristina Fernández de Kirchner.
El peronismo gobierna hoy 84 de los 135 municipios bonaerenses: un 62% del total. Según el mapeo de la consultora La Sastrería, de Timerman y Malagoli, 42 intendentes están alineados con Axel Kicillof, 26 con la expresidenta y 16 responden al Frente Renovador de Sergio Massa. Además del gobernador —que pone en juego su legitimidad para gobernar los últimos dos años de su mandato—, los intendentes son los principales interesados en resguardar sus consejos deliberantes.
En las últimas horas comenzó a circular la idea de que varios jefes comunales presenten candidaturas testimoniales para traccionar votos. La propuesta reavivó viejos fantasmas. “Ya perdió el PJ con eso”, advirtieron desde el Frente Renovador, y anticiparon: “El que lo quiera hacer, que lo haga. El FR, no”. A ese ruido se sumó otro, más reciente. El Senado bonaerense aprobó un proyecto que habilita la reelección indefinida para legisladores, pero mantiene la restricción para los intendentes. La exclusión cayó como un baldazo en la tropa alineada con Kicillof, que interpretó la maniobra como una jugada para limitar el poder territorial de los jefes comunales y tensionó aún más las negociaciones.