La prensa internacional se ha hecho eco de la protesta de la policía bonaerense que uniformada y armada, acordonó la residencia del presidente Alberto Fernández en Olivos y pusieron en vilo a toda la sociedad con un accionar antidemocrático que ha ganado el rechazo de muchos sectores.
La Agencia española Europa press, por ejemplo, tituló “Detenido un hombre por lanzar un cóctel molotov contra la residencia del presidente argentino”, colocando de este modo al mandatario como víctima de este modo beligerante de protestar “por salarios” según pregonaron los voceros de la manifestación con policías uniformados, armados y usando los móviles patrulleros asignados por el Estado para cuidar a la ciudadanía que dejaron abandonada por tres días en medio de lo peor de la pandemia que acumula 500 mil casos de coronavirus y supera los 10 500 fallecidos.
El periódico.com de Catalunya publicó en la misma línea que Europa press, y añade que “El trasfondo político de la medida de fuerza es inocultable, al punto que ha contado con la simpatía de la oposición de derechas al gobierno peronista”.
Reuters se limitó a titular que el “Presidente de Argentina pide a policía deponer protesta en medio de tensión política”, “y actualiza informando que el Gobierno creará un fondo de fortalecimiento financiero para la provincia, que en parte servirá para recomponer los salarios de la policía”.
Del mismo modo Reuters consigna que “decenas de patrulleros y centenares de oficiales uniformados se ubicaron frente a la entrada principal de la residencia presidencial de Olivos, una medida” “repudiada -estampó Reuters- por todo el arco político”.
Y como estos Medios internacionales de prensa, muchos más reflejan en tono crítico el accionar de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que mantuvo en vilo ayer a todo el país, reviviendo los peores recuerdos de asonadas antidemocráticas, aunque otros le dieron la razón al accionar policial y vieron como “normal” el reclamo salarial.
El Presidente Fernández respondió con medidas de auxilio a PBA que implican la quita del punto de coparticipación a la CABA, algo que ya está provocando ronchas en la oposición y operaciones mediáticas en el periodismo que responde a ellos. Maximiliano Montenegro en entrevista al intendente de JxC en Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien ha tenido diálogo cordial con el gobierno, insistía en que éste declare que fue injusta la medida del presidente Fernández contra la CABA, y que el jefe de gobierno de la Ciudad, Rodríguez Larreta, se enterara sólo una hora antes, fogoneando de este modo la posibilidad de una grieta en la unión que trae con el Presidente de la nación para afrontar la gravedad de la pandemia.
Está visto que muchos olvidan que Alberto Fernández es, además del presidente de la nación, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Argentina, y ante la gravedad de los hechos que pusieron en peligro no solo la democracia, sino su seguridad personal y el de su familia, está en todo el derecho de actuar con medidas urgentes para resolver un conflicto, del modo pacífico que lo hizo, disponiendo que a partir del 1° de octubre de este año, la totalidad de los suplementos no remunerativos que cobra el personal militar, pasen a ser cobrados como suplementos remunerativos, poniendo fin de este modo a “todas las inequidades que se produjeron en estos tiempos en los salario militares”.
Desde otro ángulo el analista Raúl Timerman sostuvo que la pérdida de un punto de la coparticipación de la Ciudad, convierte a Horacio Rodríguez Larreta en ganador de la interna de JxC porque todos se tienen que encolumnar en su defensa.
Hace unas horas, el Gobernador Kicillof anunció mejoras. Equiparó los ingresos de la Bonaerense con los de la Federal. Algo que no conforma a los agentes provinciales que quieren ser igualados con la Ciudad. En principio no se ve conformidad. Más bien se percibe un nuevo rechazo. El conflicto no terminó. Más bien, empieza una nueva instancia.
Mientras tanto, el Covid-19 sigue contagiando o cobrando víctimas mortales; y el impás “normal” de la vacuna sembrando dudas. Los argentinos/as en su mayoría no quieren ver más estas postales de amenazas de sublevación, ni oír sonar tambores de guerra, porque siguen creyendo necesario defender la democracia, más ahora que todos los sectores de la sociedad se deben mantener unidos contra la pandemia, que nos mata sin disparar un tiro.
