Por Simón Radowistky
Quizás el presente en nuestro país esté cargado de negatividad. Escasa libertad de expresión, aumento de pobreza y marginalidad y un ajuste que va en progreso para seguir impidiendo el crecimiento que todos queremos.
Pero si le sacamos una foto a nuestro país y lo comparamos con cualquier país americano o la Europa mediterránea veremos similitudes en el formato gubernamental y en las consecuencias de esa manera de conducción. Vamos a observar como la derecha hace estragos en el mundo, donde la población en su mayor parte sufre la forma violenta de hacer política por parte de los nuevos conservadores, mal llamados neoliberales.
Daniel Estulin en su obra “El club de los inmortales” habla del futuro mundial. “En diciembre del 2006, el ministerio de defensa del Reino Unido preparó un documento secreto sobre el futuro de la humanidad. El informe se basaba sobre unas negociaciones ultra secretas que se llevaron a cabo al final de la conferencia Bilderberg del 2005, en el hotel Dorint Sofitel Uberfahrt.
El informe titulado “Tendencias y Estratégicas para el período 2007-2036” tiene 91 páginas y es una hoja de ruta de los riesgos fundamentales e impactos futuros en los ámbitos tecnológico, demográfico, político, económico y financiero, así como en los mercados. Este informe, dice Estulin, “es la columna vertebral de defensa del Reino Unido”.
Concretamente el informe establece un futuro horrible. El futuro marca una especie de Gran Hermano. Todos vigilados con una élite rica y próspera que vivirá a costa de una población hambrienta, con mayor inequidad e inseguridad.
El informe tiene 11 años, ahora bien, encienda su televisor y verá estas palabras en la pantalla. La Argentina sometida a un periodo de ajuste que sólo consigue aumentar la indigencia, donde los derechos se caen vía reforma laboral, previsional y fiscal. Una oligarquía de los dos lados del mostrador como poder y como gobierno, sometiendo a su pueblo con injustas leyes para una incesante transferencia de bienes de los sectores medios y bajos a los altos.
Entre el 2007 y el 2036 la población mundial saltará de 7 mil millones a casi 10 mil millones de habitantes. Por ello Bilderberg 2014 promete la reducción de la población mundial y trabajar con esa consigna, o sea ajuste para todos.
El informe afirma explícitamente: “en todas las sociedades, salvo las de mayor abundancia, la mayoría de la población seguirá pasando dificultades y la pobreza absoluta seguirá siendo un reto mundial”.
Ese reto que marca el informe figura nada más que en los discursos de campaña porque la realidad nos marca que la pobreza sigue aumentando y será progresivo hasta llegar en 40 años a un tercio de la población con trabajo. Entre la tecnología y los programas de ajuste, descenderá la calidad de vida del ser humano.
Lo que parece raro o poco creíble porque es un documento de 11 años y habla de los próximos veinte, la realidad nos llama a certificar este estudio con las aventuras del presidente Macri.
Para colaborar con mayor marginación se consensua una reforma laboral. Consenso es poner una carpeta de la ex Side delante de los ojos de cada cacique gremial y luego pedirle gentilmente que firme en la línea de puntos o Comodoro Py se encarga de cada uno.
Las consecuencias de esta reforma son menos derechos, menos rentabilidad en el salario de cada trabajador y la caída de la personería jurídica de 400 gremios, o sea ç, Durán Barba tenía razón: “la clase obrera desaparecerá”.
Y la situación del trabajador se repite a lo largo y a lo ancho del planeta ayudando a confirmar el documento presentado. En el 2036, casi dos terceras partes de la población mundial vivirá en regiones con poca agua. La falta de comida, agua, medicinas, higiene, educación y satisfacción de las necesidades humanas básicas conducirán al colapso.
Estamos en problemas, porque no vemos una solución en el corto plazo. Pero sí hay esperanza, si hay una solución pero nunca proviene del campo democrático y menos aún de la pasividad general. El futuro es caótico, la concreción del antiproyecto a nivel mundial es casi un hecho, pero si tomamos conciencia quizás estemos a tiempo de evitar una hecatombe.