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El clan Menem golpeado por denuncias de corrupción.

Audios, mentiras y corrupción: la segunda caída del clan .

Las denuncias de corrupción que golpean al clan Menem revelan un entramado de contratos, retornos y negocios paralelos que comprometen a PAMI, ANSES y otros organismos del Estado, con impacto directo en la estrategia electoral de La Libertad Avanza y en el futuro político de Karina y Javier Milei.

Asistimos a las últimas horas de un proyecto que quedará prematuramente trunco y va más allá del mero afán recaudatorio; es el final de la aventura de algunos empresarios, políticos y lobbistas que soñaban con volver a sentar a un Menem en el sillón de Rivadavia. El Menem en cuestión era Martín, todavía presidente de la cámara de Diputados. El autor intelectual era otro Menem, Lule, al que, de acuerdo a varias fuentes de Casa Rosada, le quedan pocas horas como subsecretario de Gestión Institucional y hombre fuerte en la estructura que rodea a Karina Milei.

Cada día hay una nueva denuncia que ensucia al clan y cada nueva denuncia revela otra arista de un entramado financiero y territorial que nunca disimuló sus intenciones posteriores, algo que generó recelo en otros protagonistas del gobierno de La Libertad Avanza, ya sensibilizados porque la “voracidad genética” de los Menem no encontraba límites ni dejaba lugar, muchas veces, para los negocios de otros. Empoderados por “El Jefe”, utilizaban esa patente de corso para abrir kioscos y dejar delegados (pero también enemigos) en todo el organigrama.

En PAMI y ANSES encontraron un mecanismo que les permitía, al mismo tiempo, hacerse de recursos estatales y promover el crecimiento local de dirigentes de todo el país que funcionaban bajo el paraguas de Lule. En las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires habrá al menos una veintena de funcionarios de esos organismos en las listas de LLA; en octubre también tendrán protagonismo en todo el país. Era el comienzo de una estrategia que tenía escala en 2027 en la gobernación de La Rioja y destino final en la presidencia cuatro años más tarde.

La familia Kovalivker, dueños de la droguería Suizo Argentina, eran una pieza clave de ese armado y de la estructura montada ahora para financiarlo. Karina dio el OK y recibía su parte pero eran los Menem los que desarrollaron esa relación y se quedaban con lo suyo (más de lo que le decían al Jefe) en el camino. Bajo la batuta de Lule los contratos del Estado argentino con la droguería aumentaron exponencialmente de un año a otro: de menos de 4 mil millones de pesos en todo 2024 a más de 100 mil millones de pesos en lo que va de 2025.

Hay otros esquemas recaudatorios, como la intervención de una obra social para contratar por montos millonarios a una empresa de un socio de Martín Menem y firmar contratos con la Suizo Argentina, o la venta de servicios de seguridad a través de la empresa Tech Security, propiedad de la familia Menem, al Banco Nación y otras áreas del Estado. Una parte llegaba a lo más alto de la pirámide pero una porción más grande quedaba para el clan y sus fantasías presidenciales. Un sistema integral de corrupción montado a velocidad express.

La pregunta más habitual a esta altura ya no es si el hilo se cortará por los Menem sino cuándo. En la Casa Rosada algunos sugieren esperar a después de las elecciones de octubre. Otros, con criterio, advierten que va a ser intolerable atravesar la campaña sosteniéndolos ante la andanada de escuchas y otras pruebas que, descuentan, van a aparecer en las próximas semanas, y sugieren liquidar el trámite todo junto y lo antes posible. Es un debate en curso. Si no se salda pronto, el peso de la realidad puede dejarlo obsoleto.

Por Nicolàs Lantos.  EL DESTAPE.

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