El bloqueo, como bota yanqui aplastándole el alma a los cubanos.

Por Margarita Pécora B. –
Hay un tema que se conoce en todos los rincones del mundo, pero que no se resuelve ni en las altas diplomacias, y ha llegado a su punto máximo debido a la perversidad de sus autores.
Se trata del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, cuya ratificación por parte de la actual administración del presidente Joe Biden, ha ocasionado severos daños al pueblo cubano que hoy sufre las peores carencias, jamás experimentadas.
Por eso les hablo como testigo de las criminales medidas que impone ese llamado embargo económico inhumano en todos los sentidos. Hoy los cubanos y cubanas han perdido la risa, se les apagó en las largas colas para comprar los escasos alimentos y productos que llegan a desabastecidas tiendas o farmacias.
Y todo el mundo se pregunta. ¿Pero cómo, si en todas las Asambleas generales de las Naciones Unidas ese bloqueo impuesto por la administración norteamericana en 1962, ha recibido la condena de la inmensa mayoría de los países- con la sola excepción del verdugo imperialista, más Israel-.
Bueno, contrario a lo que piden y exigen los gobiernos del mundo, ese bloqueo, en lugar de eliminarse, ha ido incorporando más de 200 medidas y presiones para asfixiar por hambre al pueblo cubano.
Hace unas pocas horas, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez dio el dato escalofriante de esas medidas del imperio: Entre agosto de 2021 y febrero de 2022, las pérdidas ocasionadas por el bloqueo están en el orden de los 3 mil 806 millones de dólares, y alcanzan un récord histórico durante los 14 primeros meses del gobierno de Biden, donde los perjuicios ascienden a la cifra de 6 mil 364 millones de dólares.
Según el canciller ¡El bloqueo ha pasado a una calidad agresiva que no había tenido en el pasado.
Pero a usted que me escucha, tal vez las cifras no le digan nada del impacto real del inhumano, ilegal e injustificado cerco económico que le ha tendido el imperio del Norte a la isla caribeña. Y si ha visitado Cuba en meses recientes, sabrá que no exagero sobre la canallada del gobierno norteamericano en su deliberada búsqueda del colapso de la economía cubana y del país.
Para colmo de desgracias, Cuba acaba de sufrir los embates de un huracán que dejó a toda la isla sin electricidad por largos días. Sumando apagones a las penurias para adquirir los alimentos y conservarlos.
Y esto se agravó porque -como bien explicara el Jefe de la diplomacia cubana: “El sistema electro-energético nacional atraviesa una situación extremadamente grave, que es resultado de serias limitaciones de falta de combustible, pero sobre todo de obstáculos para adquirir piezas de repuesto y otros recursos, al privar al país de los financiamientos indispensables para hacerlo, más allá de que el bloqueo impide utilizar tecnologías estadounidenses, comprar en el mercado estadounidense”.
En los últimos días, se han producido diversas manifestaciones callejeras protagonizadas por ciudadanos que no soportan ya la situación extrema que sufren, pero que tampoco entienden que el bloqueo no es un pretexto del gobierno de Díaz Canel que- dicho sea de paso-, está haciendo lo humanamente imposible para atenuar el agobio de la familia cubana.
Y esto ocurre porque ese bloqueo alcanza “a decenas y decenas de bancos, que niegan servicios a Cuba ante el miedo a multas estadounidenses. Hay persecución directa a productores, a transportadores, transportistas, a las navieras, a las aseguradoras y compañías reaseguradoras, lo que dificulta gravemente y encarece en más de un tercio, y a veces hasta la mitad, las compras de combustible”-señala el informe de Bruno.
Para colmo, Estados Unidos insiste en mantener a Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorism.¡Nada más absurdo y poco creíble!.
Si alguien tiene dudas de la obstinada intención de la potencia occidental, de sacrificar a los cubanos, pregúntese por qué tuvo Cuba que inventar su propia vacuna para contrarrestar el Covid-19. Fue un acto heroico, que salvó millones de vidas y aún las protege, pero Estados Unidos se frotó las manos pensando, que había llegado el momento para ver morir a millones de personas y aprovecharse para meter sus garras en la isla que no ha podido doblegar.
Y Cuba sobrevivió, a pesar de que el gobierno estadounidense , en el pico de la pandemia le permitió a varios países bajo regímenes de sanciones, adquirir vacunas, adquirir oxígeno medicinal, adquirir ventiladores pulmonares. A Cuba no.
Critican a las brigadas de médicos cubanos que van a prestar servicios de salud a lugares recónditos, donde nadie pone un pie, pero eso da la magnitud de que el pueblo cubano es valioso, y se reinventa, y no lo van a poner de rodillas como es el propósito neocolonial del gobierno estadounidense.
Ya es hora de que lo entiendan, que ese bloqueo es obsoleto, no va más, y el mundo debería sumar su voz hoy con más fuerza que nunca, para que elimine ya esa medida tan inhumana, contra un país que puede desatar un huracán de esfuerzos y resurgir con una economía sustentable, pero sin ese injusto lastre, como bota yanqui aplastándole el alma a los cubanos.
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