EE.UU.: Sedición, circo e impunidad.

Por Margarita Pécora B –
Ingenuamente pensé que Argentina y Chile, eran de los pocos países donde los presidentes neoliberales terminan o ejercen sus mandatos con las manos manchadas de sangre, y siguen impunemente sus caminos, luego de haber permitido, por ejemplo, que mueran todos los tripulantes de un submarino – el ARA San Juan-, que pierda la vida un joven como Santiago Maldonado acosado por la policía como si fuera un animal salvaje, o que dejen ciegos a los jóvenes a manos de los carabineros en las calles chilenas.
Donald Trump tiene un 99 % de probabilidades de salir impune del grave delito de incitación a la violenta insurrección que protagonizó un horda de fanáticos que lo siguen, al irrumpir en el Capitolio que se suponía celosamente custodiado, pero todo lo contrario, facilitó el acceso a militantes del supremacismo blanco encabezado por bufones como el individuo nombrado Jake Angeli, que se disfrazó de bisonte y ultrajó los sillones y espacios del recinto legislativo posando como un payaso junto a la bandera de los Estados Unidos de Norteamérica. Semejante acto no es de extrañar viniendo de una cultura que alienta el fanatismo no solo religioso sino el peligroso y aberrante supremacismo blanco, entre otras enajenaciones que ya hemos visto cómo cobran la vida de los afroamericanos. Imaginemos que los asaltantes hubieran sido personas “de color”, hoy no quedara uno vivo, pero los blancos entraron y salieron como “Pedro por su casa”.
Frente a esto, están las posibilidades de que el propio Donald Trump utilizando las facultades presidenciales que conserva hasta el día 20 de enero que asume Biden, intente auto indultarse, algo que sería insólito y nunca visto en la historia norteamericana, ya que ningún presidente norteamericano se ha adjudicado un perdón, poniéndose por encima de la Ley.
Cualquier maniobra se puede esperar en medio del arrebato de locura que experimenta hoy el magnate republicano amenazado de ser destituido, se le aplique la Enmienda 25 de la Constitución para que transfiera el poder al vicepresidente luego de demostrarse que es incapaz de desempeñar sus poderes y deberes, o que se le someta al Impeachment (Juicio político), que es dirigido explícitamente a la destitución como presidente. Sería idealista pensar que Donald Trump renuncie, no está a la vista semejante posibilidad en alguien que se ha mostrado rabiosamente aferrado al poder y diciendo que le “robaron” los votos.
Ya no pueden negar los Trump (padre e hijo) que han incitado este grave hecho de violencia que ha cobrado la vida ya a 5 personas, entre ellas una mujer que intentaba penetrar en el Capitolio por una ventana.
El hijo de Donald Trump compartió imágenes del gabinete de la Casa blanca el mismo día del asalto al Capitolio donde se le ve y escucha festejando la revuelta, previo al discurso que pronunció su padre y que tradujo una arenga. “Solo son grandes patriotas que están hartos de las mentiras, así que, gracias a todos por eso”- se le escuchó decir a Trump jr. , mientras se le sumaba su novia y asesora del presidente, animando a las hordas a que “tengan el coraje de hacer lo correcto, luchen”.
A medida que se suceden las horas, se conoce de acusaciones contra personas que este jueves participaron en los inéditos hechos en el Capitolio, e incluso circula en los medios estadounidenses, un llamado de la justicia a las personas a que ayuden a identificar a los autores del asalto que ya le costó el puesto a Steven Sund, el jefe de la policía del Capitolio, tras una lluvia de críticas por incapacidad para impedirlos hechos.
Pero ahí no termina todo, el imperio Trump se desmorona luego que una decena de sus colaboradores entre secretarios de Estado, asesores y consejeros, renunciaron tras los incidentes.
Aún expresándose en desacuerdo con el resultado de las elecciones, Trump promete que “habrá transición ordenada” el 20 de enero. Ya no le quedan más cartas, pues Biden fue certificado por el Congreso como el vencedor. ¿Podrán aplicarle a futuro alguna sanción a Donald Trump? Es improbable, pero lo que sí va a suceder es que la siniestra sombra de Donald Trump se perfilará tras el mandato de Biden para seguir intentando socavar la democracia en el poder.
Si la justicia norteamericana actúa como corresponde, sabrá que cualquier incidente que ponga en peligro la administración de los demócratas, tendrá como autor o instigador principal a Donald John Trump.




