DR. FRANKENSTEIN

Por Carlos Galli.
El personaje lo protagonizaron una docena de actores o tal vez, muchos más. Un film que está vigente desde 1940.
El Dr. FRANKENSTEIN creó un monstruo que aterraba a las aldeas y pueblerinos.
Hecho con miembros de personas fallecidas, y su cerebro era de un demente.
Le dio vida, y comenzó el terror y el espanto. Claro que era una película de ciencia ficción. Nadie puede crear vida de la muerte.
Salvando las enormes brutales diferencias de ese personaje de ficción, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner en pleno siglo XXI, y tal vez sin imaginarlo o sin darse cuenta, también creó un monstruo que atemoriza al pueblo.
En lo personal, no logro comprender que piensa, como actúa, no sé con qué idea nueva puede aparecer. No sé qué decisiones puede llevar a cabo con absoluta coherencia y valentía, si es que la tiene. Es un monstruo con muchas debilidades. Con cierta soberbia, vanidades, y altanería.
No es un monstruo grande que pisa fuerte. Todo lo contrario. En plena pandemia dura, su dedo acusador nos trató de imbéciles y de idiotas, mientras el monstruo hacía sus fiestas con otros monstruos de su clan.
El Dr. FRANKENSTEIN se arrepintió de su «creación» según el guion de la película. ¿La Dra. Kirchner hará lo mismo? ¿Se arrepentirá de su creación macabra? Es la única responsable de la monstruosa creación. Ella lo creó, no tuvo ayudantes. Un día sábado por la mañana de hace dos años aproximadamente, seguramente desayunó, lo meditó, y comenzó a formar al monstruo político, que tuvo la desgracia de gobernar durante una pandemia mundial, pero esto no lo exime de que es un monstruo que atemoriza al pueblo, pero no por lo malvado, porque según mi opinión, si algo no tiene es maldad. Pero tiene algo que es casi peor, su tibieza asusta, preocupa, aterra, porque es imposible imaginar cómo podrá demostrarnos que, si bien fue una «creación» nefasta, puede autosuperarce y ser más que su creadora.
Parece muy difícil hacerlo.
El Dr. Frankenstein fue una simple película de terror, pero pochoclera, que duraba como mucho dos horas. Su gobierno durará dos años. Y lo más triste es que no tenemos ni siquiera un balde de pochoclos. Ni dulce ni salado.