El pasado 20 de junio el presidente Mauricio Macri eludió el monumento a la bandera para
conmemorar un día tan preciado para los argentinos. Eligió un humilde club, de esos que tienen
problemas con las tarifas llamado El Ciclón. Allí con un público selecto, algunos chicos de jardín y
sus madres, habló del 20 de junio.
En ese ámbito tan especial, Macri pudo destacar la figura de Don Hugo Moyano. Claro no creó la
bandera pero sirvió de ejemplo para las blancas palomitas que se enteraron de que un señor
cuando está enojado coloca camiones delante de las grandes puertas de las enormes fábricas
pymes.
Un discurso excelente porque fue breve. Y usted sabe lo que es bueno si es breve dos veces
bueno. La verdad, que el discurso estuvo sensacional. Los chicos aprendieron de las mafias, de Al
Capone, de los trenes y los camiones, todo eso que usa banderas, por eso estaban en El Ciclón.
Y Macri un maestro. Ese 20 de junio habló de un gremialista. El 20 de junio anterior firmó con el
FMI para que la entrega del país sea en camiones, pienso yo, al igual que los chicos de jardín.
Lo que fue raro pasó a la tarde. En el monumento a la bandera, miles y miles de personas
aplaudían a una ladrona, chorra, que se había robado un libro y encima lo presentaba. No sé
cuánto habló, pero fue largo y la gente contenta. Ahí se habló de un libro, de la bandera y de lo
que había pasado a la mañana.
Es la envidia que no se sostiene. Claro, tener a un presidente que en solo siete minutos habla de
los camiones, de las mafias en el día de la bandera no lo tiene cualquiera. Las blancas palomitas
contentas porque el acto fue rápido y se pudieron ir a casa para contarle a la familia que habían
estado con el presidente. Y claro, le pudieron contar que eran pocos, que la intendenta nunca
sonrió, que la ministra de seguridad tenía hipo, que el club era humilde, le faltaba pintura, luz, no
había agua en los baños pero lo importante era el calor popular que aplaudía a cada rato al
inventor de la bandera, ese que mencionaba Macri a cada rato, a Don Manuel Moyano. Lo que
nunca voy a entender porque tanta gente aplaudía a la yegua, y tan pocos éramos los que
estábamos en el acto del camionero que hizo la bandera y después me vengo a enterar que ponía
camiones delante de las puertas de las fábricas y encima era hincha de independiente. Pero lo que
menos entendí fue a una vecina que le dijo a mi vieja que Macri la bandera que recuerda era Doña
María que era empleada de su padre y lavaba con una tabla. La vecina, terrible. Encima nos contó
que cuando asumió como presidente no juró en la Biblia, no sabe hacer la señal de la cruz y que la
patria que le gusta es cualquiera, pero creo que la vecina miente. Porque nuestro presidente es un
ejemplo, nos enseña historia, ya ´se quien fue Don Manuel Moyano, es breve con los discursos así
no nos molesta y encima es peronista porque se reelige con un senador como Pichetto. Aunque a
veces dudo cuando escucho a mi vecina decirle a mi madre: No se usted pero me parece, que nos
están caminando. No le parece?.
