El peronismo habla de unidad. Todos los dirigentes, de derecha, de izquierda, de centro, recitan a Perón, hablan de todos unidos triunfaremos pero no dan señales de unidad. La sociedad, por su parte, acepta la fragmentación que propone el sistema.
Molesta el pañuelo celeste, fastidia el pañuelo verde, irrita el pañuelo naranja, nos peleamos con los judíos sin ser antisemitas, discutimos si somos bilardistas o menotistas, somos socialistas pero no troskistas, somos comunistas pero no PCR, somos peronistas pero no kichneristas. Somos de Boca pero no votamos a Angelici, somos radicales pero alfonsinistas que acordamos con Macri, hacemos una marcha mañana pero no nos juntamos con otros ni apoyamos otras marchas, escuchamos a Victor Hugo pero discutimos a C5N, queremos la unidad peronista pero este, aquel, y el otro que no vengan porque si no voto en blanco, somos hijos de inmigrantes pero detestamos a los nuevos inmigrantes, en síntesis odiamos todo aquello que no simpatizamos.
Divide y reinarás es una frase que jamás dijo Maquievelo pero está impuesta como tal. Entonces el sistema aprovecha y la usa. La derecha con sus pocos votos apuesta a la trampa, la mentira y la división. Con esas tres “virtudes” se impone en cualquier elección. Y hoy que el 80 por ciento de la población no votaría a Macri porque lo considera un incapaz no podemos afirmar que no será reelecto.
Sabemos cuál es el problema, tenemos el diagnóstico, nos hace falta la unidad. Otra vez la mencionamos, como tantos dirigentes. Entonces dejemos de participar en marchas sectarias ,. inconducentes y busquemos temas de unidad, no de división. Que pañuelo sos?, preguntarán: respuesta inmediata, ningún pañuelo.
Yo tengo una paraguas y este contiene la soberanía política, independencia económica y justicia social. Bajo ese paraguas tendremos un modelo nacional que extenderá y ampliará derechos y no hará falta ni pañuelos ni ninguna división. La justicia social comprenderá el tema del aborto, inmigrantes, pobres, y demás tópicos que hacen a la estructura de una sociedad. El ordenador será el trabajo y no el miedo como ahora. Con el trabajo ordenando, crecerá el consumo y con este la economía en general para lograr el bienestar total. Basta de pañuelos, basta de divisiones, porque el ajuste no se divide y si gana nuevamente se profundizará cuatro años más. Basta de odiar al prójimo, al distinto, al otro, solo hay que odiar al odio.
