Opinión

DISCIPLINA

Por Gabriel Princip.

Si buscamos en el diccionario, palabra más, palabras menos encontramos que el concepto «disciplina» es la observancia y acatamiento de determinadas conductas que la sociedad o el sistema establece.  Si trasladamos el significado a la política entendemos que «disciplina» en la Argentina es aquel partido conducido por un hombre que acata ciegamente los lineamientos del Imperio. En síntesis, negocia con el FMI, no cuestiona la oligarquía, aplaude a periodistas y actores que insultan al peronismo y encamina el país por un andarivel sin retroceso donde el rico es cada vez más rico, el pobre más pobre y el medio aplaude su descenso de categoría o clase.

Presidentes disciplinados desde el siglo 19 a la fecha, el 90 por ciento. Desde un Cornelio Saavedra que eliminó a Moreno, pasando por Lavalle que fusiló a Dorrego haciéndole un favor a los británicos, un Rivadavia que persiguió a un exiliado San Martin, un  Urquiza traidor venciendo a Rosas, o el tridente Sarmiento, Avellaneda y Mitre que aplaudían británicos y yanquis e insultaban inmigrantes y gauchos.

En una palabra, el pueblo al margen. Sin derechos ni favores. Un genocida Roca además de esclavista y una liga de presidentes con menor prensa pero la misma actitud del siglo 19. Un mentiroso Yrigoyen que baja la jornada laboral solo por los mil muertos de la semana trágica del 19 y deja que el coronel Bignone Varela fusile trabajadores en la Patagonia trágica. Todos disciplinados hasta Perón. Hasta Evita. Los desordenados, indisciplinados pero populares. Esos que entendieron que el trabajador no era un esclavo, que la patria no era una colonia, que pagaron lo que se debía. Y prestaron a esos que nos endeudaron años después. Ellos fueron la bisagra de la historia. ¿Y que hizo el sistema? Los persiguió, los insultó, los convirtió en mala palabra y los reemplazo por asesinos militares.

Luego de Perón y hasta Néstor siguieron una banda de mentirosos disciplinados. Todos charlatanes de feria, todos endeudadores y con orgullo y todos antiperonistas. ¿Raro no?. Pero la indisciplina retornó con Néstor y Cristina. Se pagó la deuda y la patria resurgió. Del otro lado la Bullrich, la Carrió, Negri, Macri, la derecha oligárquica siempre apoyada por el radicalismo traidor. Otra vez sopa.

La Cristina rebelde, esa que benefició al pueblo y se opuso a la clase alta fue y es perseguida por aquellos negociantes de la política. Por esos que desde 1983 viven del Estado. Negri, Carrió, Naidenoff, y radicalismo a pleno más la derecha de Macri, Larreta y demás firmantes de una banda que saqueó y volverá a saquear. Total, los medios y jueces castigarán a los indisciplinados.

La rebelde Milagros sigue presa. Su carcelero es otro disciplinado, hijo de un juez y presidente por una mala medida que el voto popular eligió. La Argentina votará en octubre otro disciplinado, Capitanich, Massa o Larreta. Todo es igual, nada es mejor. Todo será igual o pero salvo que nos portemos mal. ¿No le parece?

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