Amanecía el siglo y gobernaba la alianza. Desfilaban en los medios del grupo Clarín artistas de la talla de Fernández Meijide, Elisa Carrió, Patricia Bullrich, Carlos Melconian, Domingo Cavallo, todos respondiendo al gran director Fernando de la Ruina. Todos con un mismo discurso, la honestidad, la transparencia, la moral en su visibilización más exponencial.
En los medios la moral; en la calle, la pobreza, el hambre. Argentina, el granero del mundo que dá de comer 400 millones de humanos era el país del cartoneo, de la cena en el basural. Ver gente comiendo de la basura se normalizó, se naturalizó. En Rosario, le encontraron la vuelta, gato a la parrilla.
El grupo mandó a su mentiroso estrella, Osvaldo Bazán para que filmara el hecho miserable de ver gente comiendo gato. A veces no estaba el felino, se compraba una entraña por parte de la producción, la `ponían arriba de la parrilla y Bazán en vivo hablaba de las consecuencias de o la cuerdo con el FMI. Días más tarde un helicóptero se llevó a Fernando de la Ruina.
Diecisiete años más tarde, las estrellas de siempre: Carrió, Bulrich, Melconian, FMI todos juntos dirigidos por el nuevo director, Mauricio Macri. Otra vez el mismo guión. Una remake del 2001. Argentina, esta vez el supermercado del mundo, destilaba honestidad y moral a través de sus gobernantes.
Los anteriores se habían “dobado todo”. Tanto “dobaron” que pudieron mantener un pueblo alimentado y feliz. Hoy, el robo se exilió, la transparencia fluya por los televisores. Se acabó el gato rosarino. Hoy es cuis, paloma, rata pero en La Matanza. El humilde que hasta hace tres años era bancado por el estado, compraba alimentos a precios accesibles, hoy sale a cazar cuises, si no se duerme sin cenar.
Los actores del 2001 son los mismos que los actuales, el director cambió, la trama es la misma. El productor ejecutivo sigue siendo el FMI que en nombre de la moral y el ajuste empobrece a un pueblo para someterlo.
Hoy las clases bajas comen cuises, palomas, ratas mientras la clase media cambia el departamento alquilado por la pieza en la pensión. Mientras la pobreza avanza, la derecha en nombra de la moral y las buenas costumbres hace trizas un país. Los mismos que dicen, a diario, que la gestión anterior se “dobó todo”, hoy te saquea en forma intermitente.
En 1946, primer gobierno de Perón la carne vacuna comenzó a visitar más seguido los hogares argentinos, siendo ese gobierno donde más se consumió carne en la historia argentina. En el 2001, la vaca estaba en Europa, acá el gato. También es carne pero su composición es más reducida, hoy el gato quedó desempleado. El turno es para el cuis, y es porque según el prescindente estamos en el camino correcto, el de la miseria y el hambre.
