¿DECEPCIÓN?

Por Carlos Galli.
EL Presidente Alberto Fernández, expresó en un medio alemán: «NO decepcioné a mi electorado».
Y tiene razón, solo está conforme el cuatro por ciento (4%), que es el «caudal» de votos que aportó a la Coalición de Gobierno.
¿Realmente piensa que puede ser reelecto?
De verdad, ¿Sería tan «valiente» de presentarse en una interna?
¿Cree realmente que es un estadista?
No tiene poder, no tiene votos, y como todo tibio, no tiene espíritu de valentía.
Hasta su mascota Dylan le gana una interna.
No puede ganar una P.A.S.O. , ni para presidir un consorcio o una sociedad de fomento.
Dijo que los funcionarios que no estén de acuerdo con las subas de tarifas, se tendrán que ir del Gobierno.
Presidente, se va a quedar con los cinco mamaderas que tiene a su alrededor.
¿Se anima a pedirle al pueblo, al que usted dice representar, si quiere que le aumente la energía eléctrica, el agua, el gas, los servicios públicos, etc..? Usted sabe que pierde por goleada.
Los verdaderos peronistas nunca lo votamos, ni jamás lo haríamos. Estuvo con Domingo Cavallo, con Assef, con Gustavo (zapatitos blancos) Beliz.
Preside la Nación con los votos prestados. Preside el PJ sin ser Peronista. Que personaje extraño y que poca personalidad tiene. Pero es normal, los tibios son así. Ni chicha ni limonada. Ni dulce ni salado, híbrido. Ni muy muy, ni tan tan. TIBIEZA. solo una lamentable tibieza. Un estadista nunca apoyaría una guerra inútil, como toda guerra. Un estadista no estaría de «vacaciones» en Europa mientras el país está en llamas. El Emperador romano Nerón al lado suyo, queda eclipsado. Es como un niño de jardín de infantes. El Emperador incendió Roma. Usted Presidente, está incendiado un país.
Claro que no decepcionó a su electorado, si no los tiene. Explicar esto es como explicar que el agua moja, o que un reloj que no funciona (como usted), aún así da la hora exacta dos veces al día.
Antes de su viaje de «placer» al viejo continente, cenó con Paolo Rocca. Sin ser, ni querer parecer peyorativo, qué popular lo suyo Presidente. Si hay algo más antipueblo es el Grupo Techint, y usted cenó con el capo de ese grupo. Verdaderamente, dos caras de ROCCA, perdón, de piedra.
Vuelva pronto Presidente, que se le está quemando el rancho.
También en su periplo europeo, dijo que no le preocupa lo que diga el cristinismo. Yo creo Dr., que debería preocuparlo. Por «culpa» de ese sector, usted es Presidente. De lo contrario, seguiría siendo un operador político y un profesor de la Facultad de Derecho. Pero Cristina se equivocó, y lo eligió a Usted. Y nosotros, el pueblo lo tenemos que padecer. En lo personal, deseo que sea por muy poco tiempo más. Hasta espero que tenga un mínimo de dignidad y se vaya, y así está más tiempo con el regalo que le dió DIOS. Un hijo. Nada más sagrado. Sangre de su sangre y carne de su carne.
Escudriñe profundamente su vida. ¿Merece tanto desprecio y pasar tanta vergüenza? Haga algo por usted mismo. Decida. Ordene. Cumpla las promesas. Claro que esto es como pedirle peras a los Olmos. Es como darle el premio Nobel de la Paz, post mortem a Jorge R. Videla.
Presidente, no sea tan engreído y soberbio, admita que no puede, o que no quiere, o que no sabe cómo cumplir con el pueblo.
En campaña dijo: “no habrá tarifazos”. Una de las tantas mentiras. Ya llegaron y seguirán llegando los aumentos para el pueblo.
Dr. Alberto Fernández, está tan vacío de poder, que ya ni siquiera me da bronca. Me da lástima.
POSDATA:
Según lo expresado por el Presidente Alberto Fernández, los CULPABLES de las desavenencias con la Dra. CFK, somos los periodistas. Se equivoca Doctor, los culpables son ustedes. No nos tome de idiotas, como lo hizo durante el peor momento de la pandemia. ¿Se acuerda Presidente?, que nos trató también de imbéciles a una gran parte de la sociedad. Hace unos días, en un acto mediocre alguien tuvo que pedir que lo aplaudan. Tenemos la cuarta inflación más alta del planeta. Y usted «vacaciona» en Europa. Deje de boludearnos y de faltarnos el respeto. ¿A QUIEN SE COMIÓ, Presidente?
Termino con una canción de Palito Ortega. “Ya todos saben que vos SOS un caradura, caradura de verdad”. ¿La recuerdan estimados lectores?




