De la micro a la macro: el efecto dominó de una recesión inducida
La crisis de las pymes ya golpea a las grandes empresas, que ven en el enfriamiento de la economía un “efecto buscado”

Desplome del consumo e invasión importaciones. El fenómeno ya impacta en los balances de las grandes compañías, que observan con preocupación el deterioro de su cadena de valor.
“Si China sigue vendiendo a un 50% menos que mi proveedor, esa pyme se va a fundir. Nosotros, con el mercado abierto, tenemos más opciones”, graficó el ejecutivo de una empresa multinacional a PERFIL. Esa es la foto dual actual de la industria, que siente los efectos de una recesión heterogénea, agravada por la suba de tasas. En las grandes compañías observaron la crisis de sus proveedores y alertaron sobre un escenario que se acerca a un punto de estrés, mientras que sus propias estructuras empezaron a sufrir los golpes del enfriamiento de la economía y de la importación, ya no sólo de insumos, sino también de bienes finales.
Datos de la Fundación Observatorio Pyme reflejaron la situación. Un 70% de las pequeñas y medianas empresas de la industria manufacturera tiene su producción estable o en baja. Un 68% está preocupada por la debilidad de la demanda; mientras que las ventas ventas (+27% i.a.) crecieron por debajo de los costos (+33% i.a.) y levemente por encima de los productos industriales de la economía (IPIM productos manufacturados: +25% i.a.). El 74% de las compañías vieron sus costos aumentar, pero sólo el 35% realizó un traslado a precios.
Ese caldo de cultivo llevó a que (en una economía que avanzó rápido en desregulaciones y apertura comercial) parte de los procesos productivos fueran reemplazados por importaciones. Por ahora, es una porción: el 22% de las empresas compró insumos al exterior y el 10% ya reemplazó sus fabricaciones por productos extranjeros. “La amenaza importadora subió al 45% y las empresas con pérdida de mercado a manos de importadores aumentaron al 33%. Ambas variables alcanzaron máximos de la serie”, señaló el documento.
Importación más recesión: el combo “buscado” por Javier Milei
Es una situación transversal a casi todos los sectores. Botones, cierres y etiquetas para indumentaria, gomas para ruedas, papeles de golosinas, herramientas y láminas están entre los miles de productos que en pocos meses pasaron de fabricarse en Argentina a traerse principalmente desde Brasil o China. “Cuando vos mirás a Estados Unidos o Japón, toda empresa gigante tiene pymes que trabajan para ella y hay un cuidado especial de esa cadena. Argentina, si quiere desarrollarse, es con las pymes adentro”, consideró un importante empresario de la indumentaria.
En el rubro de la ropa se combina el bajo consumo, con caídas de alrededor del 15% y 20%, con la competencia importadora. Idéntica situación pasa con el sector metalúrgico. Los bienes traídos de otros países crecieron a un ritmo del 5% mensual; y, en comparación con el 2024, es un 50% más. “A eso se suma la falta de trabajo, ya que la UOM habla de 20.000 despidos. La actividad está muy retraída”, advirtió otra voz de la industria pesada.
Es un efecto “buscado”, coincidieron las fuentes consultadas por este medio. “En los años impares siempre salía a relucir un plan platita. Este año se nos quemaron los libros. Ahora el plan es que los números no pasen el 2% y que suba la tasa de interés exponencialmente, para que la gente se quede en pesos. Pero esto llega a octubre, después de las elecciones va a pesar el empleo y no va a ser lo mismo”, aventuró el dueño de una marca de ropa.
Efecto dominó: la crisis pyme golpea a las grandes empresas
El complejo panorama fue abordado en las últimas reuniones de la Unión Industrial Argentina (UIA), en donde varios sectores manifestaron su preocupación por el doble efecto de la recesión y la importación. Según asistentes, estos temas empezaron a «agitar» el clima de los encuentros. La renuncia de Marcos Ayerra a la Secretaría Pyme y su eventual disolución es un shock: empresarios aseguraron que fue uno de los pocos interlocutores, aunque admiten que tenía “las manos atadas”.
El clima se recrudeció en los encuentros de la cámara más representativa del país y empezó a notarse en las grandes empresas. Esta semana, dos compañías de consumo masivo presentaron balances negativos. Molinos Río de la Plata reportó ingresos netos por $437.542 millones, lo que implicó una caída del 19,7% en términos reales respecto del mismo período del ejercicio anterior. Mastellone, por su parte, arrojó pérdidas netas entre enero y junio de este año de $869 millones, frente a una ganancia de $77.887 millones en igual período del año anterior. En ambos casos, las razones son las que azotan a las pymes: caída del consumo, suba de costos y la imposibilidad de tener precios competitivos.
FUENTE AM/ML -PERFIL