DANIEL BRION: “Hay mucha historia para contar”
Militante peronista, escritor y periodista, Daniel es hijo de Mario Brión, fusilado en los basurales de José León Suárez entre el 9 y el 12 de junio de 1956, por la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu e Isaac Francisco del Ángel Rojas. Estos fusilamientos provocaron la muerte de 31 ciudadanos, entre civiles y militares, y fue denominado como la Masacre de José León Suárez. De su diálogo con Comunas, extractamos estos fragmentos.
Por Gabriel Russo.
Daniel es autor del libro “El presidente duerme. Fusilados en junio de 1956. La generación de una causa”. Alrededor de la obra comentó:
“Agradezco la presentación porque muchos no se acuerdan de lo que pasó en el ’56 con tanta similitud de lo que tiene con lo que está pasando ahora. Cuando yo tenía 4 años mataron a papá. Yo “empecé a militar a los 8 años con suboficiales de base y la Resistencia como yo era un chico, me daba cartas para llevar.
Desde que tengo memoria nada más parecido a los gobiernos de la Fusiladora, lo que está haciendo este gobierno “democrático”- insistió Brión.
¡Qué casualidad que a la ex presidenta (Cristina Fernández) la quieren juzgar como traidora a la Patria, y qué casualidad que a los únicos que cuestionaron como traidores a la Patria, fueron San Martin, Rozas, Perón, y ahora Cristina. A Perón se lo juzgó hasta el último de los funcionarios de su gobierno por Traición a la Patria.
Ahora vos fíjate que los verdaderos traidores están acusando a un gobierno que fue el que se ocupó de redistribuir la riqueza a los que menos tenían. Más adelante Brión se refirió a que todos los que están a favor del pueblo, del federalismo, siempre son juzgados.
¿Por qué muere tu viejo?
Escribí el libro “El presidente duerme”, que pensamos reeditar, porque hay una confusión. El libro de Rodolfo Walsh “Operación masacre”, un libro en realidad auténtico, realista y enfoca las cosas de manera muy valiente, pero tiene un error y es que cuando se escribe el libro, en realidad el autor, estaba a favor de la Revolución libertadora, y era antiperonista. En las primeras 5 páginas se ocupa de aclarar eso, y justifica el libro comuna explicación de que en el gobierno de la Fusiladora se sigue persiguiendo y castigando de la misma manera que el gobierno anterior. Luego va cambiando su pensamiento hasta que en Cuba, y volviendo con montoneros escribe la famosa carta a la Junta que le cuesta la vida.
En su libro está todo bien desde que se los llevan, hasta que los matan, pero el lector no se da idea qué estaban haciendo esos aparentemente 12 perejiles que estaban jugando a las cartas y escuchando por radio una pelea.
Mi padre fue gran amigo de Fermini, en aquella época con quien trabaja en la Fundación Evita, todos los que estaban en la casa eran integrantes menos el famoso sobreviviente que se salva por milagro que es un chico de 20 años, colectivero a quien pensaban hacerle traer el colectivo cuando escucharan la señal que era la marcha de San Lorenzo y la lectura de la proclama revolucionaria.
Llegaron a 12 de Florida a fusilar en los basurales. Los otros se salvaron. Cuando se dice que no había armas, en realidad no es así, porque se venían reuniendo en diferentes casas. No se encuentran armas, porque hay un compañero cuyo nombre es Juan Tripodoro, que estaba estacionado con su auto a dos cuadras de la casa donde se estaban reuniendo y ahí estaban escondidos todos los “fierros”, lo que tenía que hacer Tripodoro, es que se iba a la escuela de mecánica del Ejercito, que le iban a pasar el arsenal, pero ya habían asesinado allí y entonces se vuelve a Florida sin lo que tenía que llevar y se encuentra que en Florida también habían matado y se los habían llevado. Las armas nunca aparecieron porque quedaron en el coche de Tripodoro. Eran las armas para el movimiento revolucionario.
A esas reuniones iban Carlitos Lizaso, y sus hermanos que después fue destrozada toda su familia por la última dictadura. Lo despellejaron vivo, le sacaron el cuero y lo arrastraron delante de sus compañeros que estaban todos detenidos para darles miedo, y sus compañeros dijeron que si el Nono Lizaso se lo aguantó así, ellos se la aguantaban también. Lo sé porque fui muy amigo de Lita Artola, fui su jefe de prensa y estuve con sus asesores cuando fue diputada de la nación, que ella era la titular de lo que se llamaba Unidad básica de Resistencia peronista, que era el que lideraba el Nono Lizaso.
Lita fue de la JTP y murió en el aniversario 50 del fusilamiento de José León Suárez. En una de las salas o habitaciones de la Casa que hoy funciona como museo, estuvo el ataúd con los restos de Aramburu en esa sala hoy, desde 2006 estaba el busto del general Valle. Tenemos historia para contar.
Mi papá se hace gran amigo del negro Framini. Tengo escrita la única biografía que hay sobre él. Me lo pidió el gobierno de Entre Ríos cuando se cumplieron los 90 años del nacimiento de Fermini- aseguró finalmente Brión.