CUESTIÓN DE PRIVILEGIO
Por Gabriel Princip.
En las sesiones parlamentarias, antes de ir a los temas de fondo a tratar por los señores diputados existe una previa que concede el reglamento que son las cuestiones de privilegio. En ese rubro cada diputado puede exponer un tema determinado de su interés para que el poder lo conozca, que se visibilice ante la opinión pública o bien hacer propaganda berreta. En este último campo siempre se anotan los mismos. Fernando Iglesias, Waldo Wolff, Nicolás del Caño y algún peronista que banque los trapos y salga a contestar.
Hasta acá no hicimos parar las rotativas, y difícilmente se paren cuando la nota es el poder legislativo, quizás el de los tres que tenga menos poder y muy mala prensa.
Bajo el paraguas de la democracia, se puede escuchar las grandes frases “éticas” de Cornejo o Negri con un libreto que no nos permite olvidar a Elisa Carrió. Pero quienes pueden cotizar bien su palabra y ranquear sus discursos ante la ausencia de la obesa dirigente son Iglesias, Wolff o Del Caño.
Por lo general, una serie de mentiras, más hechos opinables y con adjetivos tan simples como falaces completan la verba de estos tres legisladores que dicen representar al pueblo.
Así Wolff pide la palabra para defenestrar a Gildo Insfrán tratándolo de Dictador, sin aclarar que siempre gana y fácil las elecciones. Habla del gobernador represor como si no hubiera existido Patricia Bullrich y de un feudo político, olvidándose que su amigo Gerardo Morales es el gran totalitario.
Por supuesto no puede faltar la acusación de Iglesias donde aplica el término corrupción a cada hecho peronista. Si Cristina viaja, come o duerme siempre habla de la corrupta. Sin pruebas ni documentación alguna. Y sepa usted que cuando la justicia lo llama para que confirme sus dichos parlamentarios, el profesor de gimnasia arruga. Desmiente sus dichos, o sea la mentira es filmada o irradiada pero nunca avalada ante un juez. En la sesión del sábado no se la iba a perder, el insulto gratuito a Estela de Carlotto. No olvidemos que Iglesias llega a la banca desde el espacio de Carrió y originándose en el Partido Comunista. Y fue reelecto por pedido de Macri. Al mamerto le encantan los dirigentes patoteros sin conocimiento alguno, o sea como él.
El diputado Rodolfo Tailhade suele bancar los trapos, a veces Casas o Valdéz para ubicar a cada hijo de Macri en su tiempo y en su espacio. Pero el Parlamento no sería tal si un hombre de la derecha light disfrazado de izquierdista como Nicolás del Caño no dejara su verba impresa en los boletines de la Cámara Baja.
Del Caño busca el camino exacto para criticar a la derecha y al gobierno pero siempre termina en Cristina. Y el tema de fondo en cada intervención es el acontecer de su partido, que no pueden hacer esto o lo otro, y de esa manera nos ahorra comprar el diario partidario.
En síntesis, las cuestiones de privilegio son la mera exposición de mentiras que la tribuna aplaude o rechifla mientras el ingenuo ciudadano cree que trabajan por el país. Muchachos, tienen un poder que no les sirve y una dieta que los engorda, no hagan papelones y alguna vez tiren un centro al pueblo. ¿No le parece?
