Opinión

Cuando impera el odio, las casualidades no existen…

Por  Margarita  Pécora  –

Ayer miércoles 1ro de marzo,   fue un día para la Argentina en el que se rompieron todos los termómetros.  El  que mide la temperatura  superó los niveles históricos entre 35 y 40 grados,   sofocando  hasta el agobio, y el de la reacción social , que se mostró antagónica  al discurso  de apertura de las sesiones en el Congreso de la nación, que pronunció el presidente Alberto Fernández,  interrumpido  en momentos puntuales por abucheos y gritos  de la bancada opositora  que no soporta oír que le canten más de cuatro verdades  e hizo que más de uno  diera la espalda y abandonara la sesión. Nada  a lo que no estemos acostumbrados, lamentablemente, viniendo de la oposición  rabiosa de “Juntos por el Cargo” contra el oficialismo.

Ambos fenómenos, el meteorológico y el  de la violencia social,   no pueden verse separados. Porque mientras eso sucedía en el recinto de la Cámara  baja de la nación,  el demonio se soltaba   a media tarde  prendiendo  fuego  en líneas de alta tensión en las localidades entre Campana y General Rodríguez, de la provincia de Buenos Aires. Algo tan grave y expansivo que  ocasionó un apagón a media  Argentina.

Y como si fuera poco,  hoy amanecimos con la noticia de que  a las dos de la madrugada el demonio se vistió de pistolero y disparó 14 veces contra un negocio de la familia del campeón mundial, Leo Messi, produciendo un hecho que, como el de la quema  en  Campana, bien puede  calificarse  de terrorista.

Los relatos televisivos hablan de dos tiradores bajándose  en una moto en el centro de la calle y disparando con furia repetidas veces contra los cristales del comercio. Terminada su fechoría, dejaron escrito en  un pedazo de cartón,  un mensaje mafioso: ”Messi, te estamos esperando”. Sin embargo hasta ahora no se sabe nada  acerca de la identidad  de los delincuentes.

Tanto Rodríguez Larreta como Mauricio Macri, no tardaron un segundo en colgarse a este lamentable hecho que impacta a nivel mundial desde Rosario,  y  salieron a hacer campaña electoral. Larreta prometiendo, si es presidente,   resolver la inseguridad de  la provincia de Santa Fe, y Macri que ya se robó días atrás  la foto junto a  Lio Messi y familia en la premiación  “The Best”,   publicó un tuiter  condoliéndose con la familia Messi Racuzzo como si fuera  un amigo íntimo.

Pero volviendo al incendio de pastizales, que ya  por suerte fue sofocado con helicópteros hidrantes,  queda la incógnita  aún sobre   la mano negra que lo provocó y el temor  de que  esté solapada, al acecho de asestar un nuevo golpe.

Quien tiene fuertes sospechas de que ese hecho  fue intencional, es el ministro de Economía de la nación  Sergio Massa, que ya  solicitó a la justicia investigar, perseguir y en su caso,   detener  a los responsables de los incendios que afectaron a las redes de alta tensión y generaron la caída preventiva del servicio eléctrico en gran parte del país.

Todos estos hechos llevan a una sola conclusión:  el enemigo  está  operando de manera activa y peligrosa movido por el odio  anti político y la intolerancia. Ese enemigo  que simbólicamente represento como  un demonio, se alimenta de las operaciones mediáticas que patologizan todo lo que tenga que ver con la  gestión política a favor de la sociedad.

Ojo,  en vísperas de elecciones suelen aparecer  no solo mensajes malévolos y  agresivos, sino acciones para sabotear la tranquilidad ciudadana. El mal  en momentos como estos, asume variadas formas, una de ellas  es desde la perspectiva del dio  y la agresividad. Ambos  son efectos anti políticos para destruir  el tejido social y la paz.

Y una buena cuota  para calentar ese odio, lo aportan los medios dominantes,, los dueños de los canales  televisivos y portales de noticias que construyen mensajes hostiles y agresivos, que tergiversan la realidad de los hechos, o la exageran creando miedo y angustia en los receptores del mensaje.

Por eso a partir de hoy, ante la gravedad de los hechos que se están sucediendo, todos y cada uno de los ciudadanos de este país, debemos permanecer alertas para evitar que el demonio, que aún anda suelto,  siga cometiendo  actos de naturaleza terrorista.

 

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