Avanza la obra pública. En microcentro el taladro taladra la vida. Cerca de la Casa Rosada se detiene el tránsito, el cartel indica : cerrado por obras. En Congreso, el tránsito es lento. Cada dos cuadras, una máquina , sensación de trabajo y una calle Corrientes tan angosta como en la década infame. En el GBA, el metrobus y sus paradas no se detienen y así todo distrito amarillo. Los cordones también se pintan de ese color.
En El Palomar un nuevo aeropuerto comercial. Macri recibe un nuevo cónsul por Singapur. Lo extraño es que tiene un nombre raro, se llama Nicolás Caputo. Oia, el de Singapur es argentino y es el mejor amigo del presidente, raro.
Avanzan obras, cemento y más cemento, Amarillas las bicisendas, los cordones y el vecino que se quedó parado mientras lo pintaban. Aire, medio ambiente no tenemos. Libertad, tampoco, solidaridad menos, parques se lo deben pero si quiere una bolsa de cemento se la dejan en precio.
Claro, que parte del público está de acuerdo y contento porque el bache de su esquina fue arreglado. Lo que ignora la gente es que más de un bache se arregla tres veces al año, el mismo. El motivo, lo hacen mal para presupuestar varias veces.
Entonces cual es la explicación. La matemática es una ciencia exacta y esta me dice que el gobierno otorgó 13 mil millones de pesos anuales a sus amigos albañiles. Estos son: Criba, de la familia Tarasido 1064 millones, Fontana y Nicastro Construcciones 340 millones, IECSA, del primo Calcaterra 3183 millones, Conor Vial 700, Niro 508, Bricons S. A. 932, el resto para el grupo Farallow
.Entonces como se arma la película. Usted inocente chichipío votante antiperonista observa máquinas y más máquinas que arreglan mal un bache para hacerlo dos o tres veces, que pintan un cordón y lo cobran como si fuese un Picasso y que sobrefacturan a más no poder, deberá saber que los amigos del presidente y él cada vez son más ricos, usted más pobre y todo porque le pintan un cordón. El soborno entre gobierno y ciudadanía debería ser más interesante. Al peronista lo conforman con un plan o un chori por fiesta, el gorila se contenta
con un cordón amarillo.
