CRECE LA MUGRE

Por Carlos Galli.
Crece la derecha recalcitrante. Crece la mugre.
Aparecieron los libertarios. Los que permitirían que un ser humano venda sus órganos como productos de una carnicería.
Una ideología macabra, siniestra, perversa, y sin DIOS.
Alejada de los principios cristianos, o judíos.
Alejada de toda filosofía de vida, o de una doctrina humanista.
Alejada de todos los estamentos razonables de un ser humano, más allá del dios apocalíptico en que pueda creer.
La sola idea que una persona venda un miembro de su cuerpo, es rayano con la locura, y con la demencia.
El monstruo de Javier Milei, el payasesco personaje de la «nueva política», es tan macabro como aquel libro y películas de ciencia ficción del Dr. Frankenstein. Pero esto que propone el neo nazi, es realidad.
No es una nueva derecha. Es una derecha reaccionaria que propone que un humano despedace su cuerpo a cambio de dinero. Así de simple. Así de asqueante. Esto es lo que les «ofrece» Milei a sus seguidores y posibles votantes. Y pensar que daba miedo y terror el Dr. Menguele, el médico del nazismo genocida.
¿Este personaje aspira a la presidencia de la Nación? El pueblo del que formo parte, no te lo vamos a permitir. En un país serio, tendría que estar entre rejas con los peores asesinos, que lo corten en pedazos pero sin anestesia, para que comprenda lo que es el verdadero sufrimiento en carne propia.
No es de buen cristiano pensar de esta forma, pero no puedo ni quiero evitarlo.
No hay manera de pedir perdón. Me queda el enorme consuelo, de saber que NO tendrá ninguna redención. Su última morada será el tormento eterno, y su alma no tiene salvación, arderá en las llamas del Averno.
Hace tiempo que la dirigencia política me da asco. Los pseudos peronistas que militan en el kirchnerismo. Los radicales que de la noche a la mañana se volvieron progresistas, cuando siempre fueron conservadores, siempre atentos a los golpes militares, tal es así, que prestaban a sus «correligionarios», para nutrir sus ministerios, secretarias e interventores.
También me asquea la izquierda cipaya que tienen de revolucionarios, lo que yo tengo de astronauta de la NASA.
Puedo bancarme el asco de esta dirigencia paupérrima y circense.
Pero aceptar a un político que permitiría que los seres humanos nos cortemos en pedacitos, si nos hace falta dinero porque padecemos necesidades. Esto es demasiado. Pueblo no lo permitamos y luchemos con nuestras fuerzas, para que esté individuo no llegue a Balcarce 50.
Es más, no debería estar en el Congreso Nacional. Pero esto es imposible.
Javier Milei jamás llegará a la Casa Rosada, mientras estemos los cristianos. AMEN.
POSDATA:
Ni los milicos genocidas encabezados por Jorge Rafael Videla se atrevieron a tanto.
¿Los funcionarios de los DD.HH. no expresaron nada sobre la enajenación de Javier Milei?




