Desde el punto de vista jurídico, esta herramienta retrotrae la situación al estado previo al conflicto. Esto obliga a los trabajadores a prestar servicios de manera normal y a la empresa estatal a abstenerse de aplicar represalias mientras se reanudan las mesas de negociación bajo la supervisión de la autoridad laboral.

El origen del reclamo y el impacto en los vuelos

La disputa central es de índole salarial, aunque el gremio fue sumando otros puntos críticos a su pliego de demandas. Los trabajadores denuncian una pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación y reclaman la reincorporación de personal despedido «sin causa» en terminales que ya padecen emergencia de dotación. Según ATEPSA, estos reclamos fueron planteados hace tres meses sin éxito.

La modalidad de la protesta no consistió en un paro total, sino en interrupciones intermitentes de las autorizaciones de despegue. Sin embargo, el impacto fue contundente: solo en las dos jornadas de la semana pasada, más de 41.000 pasajeros tuvieron que someterse a reprogramaciones. Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, debió modificar 155 despegues, afectando a más de 20.000 clientes.

Denuncia penal y «banderazo» en las torres

Más allá de la mesa paritaria, el conflicto escaló al plano judicial. EANA denunció formalmente al gremio ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3, a cargo del juez Daniel Rafecas. La empresa sostiene que la protesta puso en riesgo la seguridad de la navegación.

La denuncia, caratulada como «Averiguación de Delito Contra la Seguridad de la Aeronavegación», incluye presuntas pruebas sobre la colocación de banderas sindicales en el exterior de las torres de control. Para la empresa, estas acciones no solo obstaculizaron la labor técnica, sino que representaron un peligro físico para terceros ante posibles desprendimientos. Desde el Gobierno, calificaron la postura de ATEPSA como «amenazante y extorsiva», atribuyéndole una intencionalidad política para causar daño en vísperas de Navidad.

Con vuelos para el fin de año

Con el cese de las medidas de fuerza, EANA emitió un comunicado asegurando que las operaciones se desarrollan con «total normalidad» en todos los aeropuertos del país. “Gracias a las gestiones realizadas por el Gobierno Nacional se logró restablecer la previsibilidad y brindar tranquilidad a miles de argentinos”, indicaron desde el organismo oficial.

En los próximos días, ambas partes deberán sentarse a discutir no solo la actualización salarial, sino también el cumplimiento del convenio colectivo y las condiciones laborales por parte de la empresa. Por ahora, los vuelos de cabotaje e internacionales operarán según sus cronogramas originales, eliminando la incertidumbre para los viajeros que planean trasladarse para las festividades de fin de año.

FUENTE.   MUNDO GREMIAL