Existen dirigentes en el oficialismo con los máximos cargos pero necesitan en forma imperiosa de acuerdos con la justicia, alianza con los medios y consensos con otros partidos políticos para poder conducir los destinos de la patria.
Por su parte, la oposición- y si por esta denominamos al Partido Justicialista- sobran dirigentes, pero faltan caudillos y menos aún conductores.
En cambio, el Frente Renovador que juega a ser opositor tiene en la figura de Sergio Massa absoluto carisma pero todavía no logra establecer una conducción definida ni siquiera en su partido.
Según José Pablo Feinmann, la obra de Juan Perón Conducción Política encuentra su punto de partida en la tajante oposición de dos conceptos, el de conductor y el de caudillo. La antigua conducción política argentina, explica Perón, era una forma de caudillismo o de caciquismo, hombres que iban detrás de otros hombres, no detrás de una causa. Este hecho tenía una consecuencia fundamental, así como envejecía el caudillo, envejecía el partido.
Hoy el pueblo K espera minuto a minuto a que Cristina se decida a salir a las calles. La ex presidenta hoy imita a Perón cuando en el exilio declaraba: “Hacer no hay que hacer nada, el gobierno se cae solo”.
Cristina Fernández espera que los melones se acomoden y que el gobierno caiga por su propio peso. Algo no mide que tanto su partido como ella envejecen, la gente se va acomodando a sus necesidades y la bronca de a poco se transforma en resignación.
Perón dijo: “El verdadero conductor debe tener vocación por lo orgánico, porque hay que tener en cuenta que el hombre no al tiempo, lo único que vence al tiempo es la organización”.
La organización política del pueblo se convierte así en la clave para diferenciar al caudillo del conductor. Perón lo explica con claridad: “El caudillo explota la desorganización y el conductor aprovecha la organización. Si un conductor, después de haber manejado a un pueblo, no deja nada permanente, no ha sido un conductor, ha sido un caudillo”.
Cristina si es una conductora. Dejó un lazo afectivo con la gente y amplió derechos, si tenemos que hacer un gran resumen. Pero si se puede extender hay que recordar la jubilación para las amas de casa, leyes contra la violencia de género, asistencia a los desposeídos, cultura, salud y vivienda.
Si es una conductora, el problema es que diferentes caudillos dentro del partido oscurecen su figura para que todo se divida y el liberalismo siga en pie y gobernando.