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Opinión

CONCERTAR O PACTAR. ALGO MUY PELIGROSO.

Por GARCILAZO.

Los gobiernos populares no son generalmente autoritarios, por naturaleza si procuran el bienestar de las grandes mayorías generalmente sometidas, tienen que abrirse a las dispares necesidades y generar propuestas de diversa índole. Así se muestran con mayor apertura y a mi entender equivocadamente tienden a convocar a todas las voluntades, incluso de distinto signo político, para buscar consensos y mayor gobernabilidad.

La derecha en cambio es cerrada, no admite a extraños y aunque no se manifieste despótica, actúan como si no existiera la oposición. De esta forma someten a los populares y éstos reducen sus pretensiones para tener una posibilidad de diálogo y así cubrir sus necesidades. Por ejemplo durante todos los gobiernos militares en la Argentina siempre hubo sindicatos condescendientes con el poder de turno, para en muchos casos no desaparecer y beneficiar a sus afiliados, así en épocas de dictadura las agrupaciones sindicales más fuertes y poderosas eran las más dialoguistas ¿Está bien esta actitud? Desde lo particular logra un provecho para sus asociados directos, desde lo profundo a lo general es perjudicial porque anula la militancia y el sostenimiento de una idea.

Perder la militancia cuando se es oposición es por lo menos sombrío, porque se renuncia a las ideas y mandatos de quienes le dieron el voto. A la vez, abrir la participación de todos los sectores cuando se es gobierno, es debilitar los principios rectores poniéndolos en discusión, contrariamente a la derecha que no se presta a discusiones y actúan en muchos casos prepotentemente, sin escuchar las críticas. Si de cuidar las formas se trata alcanza y sobra con el Congreso, donde cada legislador expone sus ideas, emulando un verdadero diálogo de sordos porque, hasta lo que todos vimos, nadie cambió su voto por el discurso de un adversario.

Con ciertos sectores no se puede transar porque los principios son distintos y hay muy poco para discutir. En la Argentina es el poder dominante el que menosprecia, el que somete, el que separa y distancia (no es bueno hablar de grieta) ¿Por qué entonces le piden apertura a los gobiernos populares si cuando la derecha tiene el poder no lo hace?

Nada de lo dicho nos debe hacer perder la línea, igual que los sectores reaccionarios hay que decir siempre: “Esta es nuestra idea y estamos dispuestos a debatirla con todos para ampliarla y mejorarla en la medida de lo posible”, después y como corresponde se impone la voluntad del que gobierna.

Un abrazo: GARCILAZO.

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