Con el peronismo dividido, un desconocido Gonzalo Roca demolió a Schiaretti en Córdoba

A pesar de la derrota, el oficialismo provincial sumó una banca. Impensada, la ventaja del candidato de La Libertad Avanza fue superior al 14%. Natalia de la Sota, tercera.
Un perfecto desconocido se impuso este domingo a apellidos ilustres de la política cordobesa de los últimos 30 años: Schiaretti, Mestre, De la Sota. Aunque remanido, en esta provincia parece haber prendido el discurso anticasta, y en el bunker de La Libertad Avanza se repetía anoche como un mantra que “o vamos para adelante o retrocedemos”. Bajo esos tópicos, y en contra de todos los pronósticos, la lista encabezada por un ignoto Gonzalo Roca derrotó por goleada a la nómina oficialista del ex gobernador Juan Schiaretti, por más de 14 puntos de diferencia. Así, La Libertad Avanza tendrá cinco nuevos diputados y diputadas por Córdoba, mientras que Provincias Unidas perdió pero sumó un escaño (tendrá tres, cuando ponía dos en juego). Natalia de la Sota, la sorpresa de la elección, renovó su banca.
Los nuevos ocho diputados y diputadas nacionales por Córdoba consagrados este domingo son Gonzalo Roca, Laura Soldano, Marcos Patiño Brizuela, Laura Rodríguez Machado y Enrique Lluch (LLA); Juan Schiaretti, Carolina Basualdo y Miguel Siciliano (Provincias Unidas); y Natalia de la Sota (Defendamos Córdoba). El diputado Pablo Carro, que competía por Fuerza Patria, quedó afuera de toda posibilidad.
Los números provisorios que pasadas las 22 difundía la Cámara Nacional Electoral daban cuenta de un 99,51% de las mesas escrutadas y un 42,35% de votos positivos para La Libertad Avanza, muy por encima del 28,32% de Provincias Unidas y del 8,75% de Defendamos Córdoba. Fuerza Patria obtuvo el 5,08% y representó la tercera pata de un peronismo dividido, que ni siquiera sumando esas facciones empató los 811.573 votos obtenidos por el mileísmo en todo el territorio provincial.
En esa división del peronismo vernáculo radicó una de las claves de la elección, cuyo resultado sorprendió a propios y extraños. Aunque en 2023 el apoyo mediterráneo a Milei había sido más que masivo, los sucesivos escándalos del último tiempo hacían prever un triunfo del oficialismo provincial y un segundo lugar para la lista violeta. Incluso, las dos recorridas de campaña del Presidente por estas tierras tuvieron poco público, y en El Panal daban por descontado un triunfo de la mano de uno de los padres del cordobesismo, Juan Schiaretti.
Pero por un lado, al tres veces gobernador con aspiraciones presidenciales le salió una astilla del mismo palo, Natalia de la Sota; por el otro, el pueblo cordobés volvió a avalar a La Libertad Avanza pese a que en Córdoba la motosierra fue brutal y la recesión, inocultable. Así, la provincia toda se pintó de violeta, salvo algunos departamentos del norte (Tulumba, Sobremonte, Río Seco) y noroeste provincial (San Alberto, Cruz del Eje, Minas, Pocho), donde se impuso Provincias Unidas.
En la capital provincial la perfomance de LLA fue clave. La Libertad Avanza sumó 317.605 votos (44,17%), por sobre las 182.073 preferencias (25,32%) de Provincias Unidas.
Bunkers de festejos, replanteos con miras a 2027
En el oficialismo provincial el primero que salió a dar la cara fue el gobernador Martin Llaryora, quien se atajó al señalar: “Sabíamos que era una elección muy difícil, y que generar una alternativa a la polarización es difícil”. Pero el mandatario prefirió ver el vaso medio lleno y destacó que el espacio sumó un diputado a los dos que ponía en juego. “La mayoría de las expresiones políticas ha retrocedido, una de las pocas que ha avanzado es justamente Provincias Unidas”, celebró. En la misma línea, el propio Schiaretti subrayó: “Para nosotros es importante sumar un diputado”, en tanto “pese al inocultable triunfo de La Libertad Avanza, el Congreso seguirá fragmentado”.
“El bloque de Provincias Unidas de Córdoba pasara a tener 6 miembros” dijo Schiaretti y señaló que a nivel nacional la elección convierte al espacio en “el tercer partido político de la Argentina”. “Esto nos permitirá conformar un bloque en diputados y en senadores que será el bloque del interior de la patria; somos la expresión del federalismo, de la producción, del trabajo, porque Argentina necesita una propuesta federal y la encarnamos en provincias unidas”, completó.
Schiaretti destacó el rol de los seis gobernadores del espacio, felicitó a Roca, defendió el equilibrio fiscal “pero no a los hachazos”, y adelantó algunas de las iniciativas que impulsaría en la Cámara, entre las que destacó la eliminación de retenciones, programas laborales para jóvenes y una ley de promoción del turismo. También explicitó su apoyo al Presidente, algo que todos dan por descontado.
Minutos después habló desde su bunker Natalia de la Sota, figura emergente en la interna del PJ provincial. Para la actual diputada que eligió escindirse del oficialismo provincial la elección fue un triunfo, tanto que se animó a señalar que la noche del domingo comenzaba “una renovación” en la política provincial. La hija del malogrado ex gobernador consideró que “hacía falta un espacio donde volver a hablar de justicia social en la provincia”, dijo que el resultado “es un logro enorme” y tiró un centro a los votantes kirchneristas, que otra vez vieron cómo su lista no alcanzaba objetivos mínimos.
El último en hablar públicamente este domingo fue Roca, quien lo hizo apenas terminó el discurso de Milei y llamó a “cambiar para siempre la historia de nuestro país y la historia de Córdoba”. “El país se pintó de violeta”, dijo; destacó a Gabriel Bornoroni como “nuestro mariscal, nuestro líder en la provincia” y no dijo mucho más. En rigor, no hacía falta: para el casi millón de cordobeses que repletó de votos violetas las 9262 urnas habilitadas en toda la provincia, quien ganó fue Javier Milei.
Si en 2023 casi ocho de cada diez cordobeses habilitados para sufragar eligieron la propuesta presidencial de La Libertad Avanza, estas elecciones de medio término marcaron ratificaron ese rumbo pese a la propuesta de Provincias Unidas referenciada en un dirigente del peso de Juan Schiaretti. En Córdoba, el apoyo a Milei fue tanto en el interior como en las barriadas acomodadas y empobrecidas de la capital provincial, y al parecer influyó en ello tanto el carisma presidencial como la endeblez del discurso del oficialismo provincial. En la campaña, pocos compraron el perfil opositor de un gobierno provincial cuyos diputados le votaron todo a Milei, con un Llaryora que firmó el Pacto de Mayo y recibió con abrazos al mandatario nacional cada vez que visitó la provincia.
Del resto de las 18 propuestas, poco para destacar. Además de la ya citada magra perfomance de Fuerza Patria, la UCR y el PRO tuvieron de las peores elecciones de su historia, y tampoco talló la izquierda, de rol testimonial.
FUENTE, Tiempo A.




