CON DEMOCRACIA SE COME, SE CURA Y SE EDUCA.

Raúl Ricardo ALFONSÍN en sus discursos preelectorales de 1983 hacía hincapié en este concepto, él decía que con la democracia no sólo se vota, sino también se come, se cura y se educa. Cuando tuvo que dejar el gobierno poco antes de finalizar su mandato en plena crisis política y económica, en medio de los saqueos y la hiperinflación, esta frase se convirtió en un boomerang y fue utilizada no solo para denostar su mandato, sino para burlarse vilmente de ella por falsa, hueca y hasta mentirosa.
Muchas veces la runfla de periodistas manipuladores que encuentran fácil eco en denostar al caído, convenciendo fácilmente a una manada popular sin capacidades críticas, sepultó este lema sin importar el más mínimo análisis: Si con la democracia no se come, ni se cura, ni se educa ¿acaso este fin se logrará con una dictadura? Rápidamente el lector dará respuesta.
Siempre me viene a la memoria el reclutamiento de los soldados rusos para la primera guerra, eran hombres hambrientos, desposeídos de todo bien, analfabetos y sin ningún arraigo, sin embargo en las cubiertas de los barcos bailaban entusiastas como si fueran de vacaciones a lugares exóticos donde nunca habían estado ¿Acaso ese embarque les había quitado la hambruna, los había sanado o cultivado sus mentes vacías? Naturalmente no, pero ellos inconscientemente tenían una esperanza, difusa, incierta y brutalmente ignorada, pero esa nueva aventura que los alejaba del despotismo de los zares, si bien no les hizo perder el hambre, sus enfermedades o su incultura, por lo menos logró que en esos tiempos no fuera su único pensamiento.
En La Argentina la última dictadura cívico militar dejó un país totalmente endeudado y empobrecido, después de un breve período con un ministro de economía valiente, ALFONSÍN en soledad debió ceder y cometer el error de asumir esa deuda y tratar de pagarla con ajustes que sólo perjudicaron a los más necesitados, mas cuando se procesó a las juntas militares y encarceló a los responsables, todas las penurias y necesidades pasaron a un segundo plano, ciertamente por un tiempo el pueblo fue feliz. Lamentablemente ese impulso bien pudo haber servido de palanca, pero no fue debidamente capitalizado por errores dentro del partido y las presiones de la oposición.
Dejando de lado todas las circunstancias de tiempo y espacio hoy estamos ante el mismo umbral: Si el gobierno de Alberto FERNÁNDEZ logra procesar y encarcelar a quienes nos endeudaron a 100 años, sólo para permitir la fuga de capitales, el vaciamiento del Estado y patrocinar la reelección de Mauricio MACRI, la inflación, la desocupación y el hambre de muchos argentinos por un instante en nuestra historia pasará a un segundo plano y servirá para empezar una nueva etapa, donde los verdaderos culpables de esta tragedia Argentina estarán bien advertidos, si es que pretenden seguir desestabilizando un gobierno realmente democrático, más allá de nimios errores que con el andar se pueden ir corrigiendo.
Un abrazo: GARCILAZO.