Comenzó el abrazo al Hospital de Clínicas: La UBA denunció un congelamiento de fondos para la salud

Un informe advirtió que la falta de actualización presupuestaria desde abril de 2024 compromete la atención sanitaria universitaria y agrava el efecto de la inflación en hospitales y centros de salud
Las autoridades de la prestigiosa universidad aseguran que “resulta imprescindible actualizar el presupuesto en virtud de la inflación sufrida”, ya que desde abril de 2024 la inflación medida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires alcanzó el 70%, mientras que “numerosos insumos y servicios sanitarios superan holgadamente ese porcentaje”. La falta de actualización presupuestaria afecta directamente la capacidad de la universidad para sostener servicios esenciales en hospitales y centros de salud, argumentan.

Por este motivo, este jueves 26 de junio se realizará un “abrazo” simbólico al Hospital de Clínicas -que depende de la UBA- para exigir mejoras en el sistema público de salud y educación. Las actividades comenzarán a las 10 de la mañana con un encuentro en la explanada sobre Avenida Córdoba. A las 11 se llevará a cabo un acto en la escalinata del hospital, sobre calle Paraguay, y a las 11.30 se realizará una rueda de prensa.

El Dr. Emiliano Cagnacci, docente de la Facultad de Medicina de la UBA, se refirió a esta problemática en la edición matutina de Infobae en Vivo: “Las partidas de salud, luego de la marcha universitaria, el reacomodamiento al día de hoy fue cero”. Y advirtió que la situación empieza a tener problemas en la formación futura.
El doctor también se refirió al paso del tiempo en la pérdida del poder adquisitivo en el área universitaria y de salud: “La principal diferencia que había antes y después es que había una mesa de discusión paritaria y siempre corríamos de atrás, pero había una mesa de discusión”.


También aclaró que, si bien el debate paritario sucedió el año pasado, el problema fueron las condiciones en que se dio el encuentro: “El problema es que la paritaria, que es una discusión de partes, al momento de sentarnos se convertía en un monólogo; y lo que había era solo la imposición de un porcentaje en la cual no teníamos manera de discutir. Y si no se aceptaba ese porcentaje, el gobierno lo otorgaba de manera unilateral por resolución ministerial”.
Respecto a este año, Cagnacci denunció que, hasta el momento, “no ha habido un solo llamado a mesa paritaria” por parte del gobierno nacional y alertó que ya perdieron el 40% del poder adquisitivo. Y concluyó: “Estoy de acuerdo con el déficit cero, pero no podemos ser los trabajadores y trabajadoras universitarias la variable de ajuste”.

El Hospital de Clínicas José de San Martín es un hospital-escuela insignia, institución destinada al desarrollo, incorporación y difusión de los conocimientos médicos, la formación de recursos humanos para la salud en todos sus tipos y niveles y la producción de servicios de salud para la población nacional y local.
En sus casi 40 aulas cursan por año 9000 alumnos de ciencias de la salud. El hospital realiza cada año distintas campañas de atención gratuita destinadas a la comunidad y, además, atiende anualmente más de 360.000 consultas externas y realiza más de 8.000 cirugías.

Como parte de su tarea académica y social, el hospital recibe a pacientes tanto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como de todo el país, más del 50% de ellos sin cobertura social.
“Es, también, el único hospital que tiene la infraestructura necesaria para poder montar guardias de emergencia en sus propios pasillos frente a situaciones de catástrofes, como sucedió con el incendio de Cromañon, el atentado a la AMIA o la masacre de Once”, recuerdan en la UBA.

En cuanto a la función educación, la UBA informa que la asignación presupuestaria se actualizó en abril de 2025, tras haber permanecido congelada durante un año. Sin embargo, la actualización otorgada fue “del orden del 20%”, lo que representa apenas un tercio de la inflación registrada en el mismo período. Esta diferencia, según la universidad, limita severamente la capacidad de respuesta ante el aumento de costos en insumos, servicios y programas educativos.
La protesta también pone el foco en la situación salarial. Según datos del IPC INDEC (Nación), tomando como base noviembre de 2023, la inflación acumulada hasta la fecha asciende al 250%, mientras que los salarios solo aumentaron un 95%. “Eso representa una pérdida de poder adquisitivo que supera el 40%”, señala el documento. Además, la pérdida continuó profundizándose durante 2025, ya que las actualizaciones salariales quedaron por debajo de la inflación en todos los meses del primer semestre, acumulando una caída del 10% en el poder adquisitivo.

El documento precisa que en términos generales, el presupuesto total de la UBA para 2024 fue de $590.000 millones (USD 490 millones). De ese monto, el 85% se destinó a salarios y el 15% restante a gastos de funcionamiento. Precisa además que el 15% asignado a gastos de funcionamiento, unos $100.000 millones (USD 80 millones), se distribuyó en partes iguales entre la función educación e investigación y la función salud.
La UBA compara su situación presupuestaria con la de otras universidades de la región. Según el informe, el presupuesto por alumno de la Universidad de San Pablo (USP) es 15 veces mayor, mientras que el de la UNAM (México) es 8 veces mayor. Esta diferencia, según la universidad, evidencia la magnitud de la brecha en recursos disponibles para la educación superior pública en Argentina.
Entre los principales gastos no salariales de la UBA se encuentran servicios públicos, becas, programas de investigación, limpieza y seguridad, conectividad y mantenimiento básico de los edificios. El documento advierte que “los rubros arriba expresados, cuya importancia es vital, imponen actualizaciones de precio que exceden a la UBA”. Además, menciona que otros programas, como subsidios y becas de investigación, gastos de funcionamiento de laboratorios e institutos, Becas Sarmiento, Avellaneda y Rojas, Proyectos UBANEX, UBA en Acción, Programas de Gestión del Medioambiente y la Energía, y Proyectos UBATIC, “perderían una grandísima parte de su alcance” si no se recompone su valor adquisitivo en el presupuesto. El texto aclara que solo se incluyen algunos programas ejecutados desde el Consejo Superior, sin contemplar los que dependen de las facultades, cuyas partidas también se ven afectadas.

El informe detalla los salarios actuales en la Universidad. Un no docente que ingresa con la categoría más baja (7) percibe un salario básico de $570.905 y unos $220.000 adicionales por garantía salarial. Un docente que inicia su carrera, ya sea como ayudante, JTP o profesor adjunto, no alcanza el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que en mayo es de $308.200 (básico $200.000, con garantía salarial $250.000). Un médico residente en un hospital universitario cobra en mano unos $1.200.000, mientras que un profesor titular con dedicación exclusiva y sin antigüedad recibe $1.500.000. Un no docente de categoría 5, la más baja profesional, tiene un básico de $822.106 más $100.000 de garantía salarial. Un becario de investigación percibe mensualmente $880.000, con un estipendio atado al salario que “también ha perdido casi la mitad de su valor adquisitivo”. Además, el valor de la hora cátedra de un docente secundario de la UBA está un 25% por debajo del de un docente secundario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El documento de la UBA concluye que la falta de actualización presupuestaria, la insuficiencia de los aumentos otorgados y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios afectan de manera directa la calidad y el alcance de las funciones esenciales de la universidad, tanto en salud como en educación e investigación.
FUENTE INFOBAE